Etapa
5. La Paz - Arequipa
Martes,
26 de Octubre de 1948
De La Paz largaban 78 máquinas
hacia Arequipa, ya que el piloto Manuel Vasconcellos no logra reparar
su máquina en el tiempo reglamentario y se ve obligado a abandonar.
En realidad, cuando los pilotos
tenían la máquina maltrecha, el tiempo de reparación
nunca era suficiente para ponerla en condiciones. Lo que solían
hacer, era armar el vehículo provisoriamente para poder largar y
no ser penados con tiempo de recargo. Luego de unos pocos kilómetros,
se detenían a un costado del camino para terminar la reparación.
Obviamente que eran penados por el clasificador de ésta manera,
pero aunque sea lentamente, cualquier cosa era mejor que una pena de tiempo
mayor o la descalificación.
Por este motivo, varios pilotos
que normalmente estaban entre los más rápidos, tras un problema
grave, tardaban un par de etapas en volver a hacer buenos promedios.
Los pilotos así se
despedían del suelo boliviano para entrar en territorio peruano,
acercándose de esta manera a la costa del Pacifico.
El camino, mayormente de
ripio, no prestaba mayores complicaciones hasta el cruce de frontera con
Perú, en “El Desaguadero” donde la ruta comenzaba un fuerte ascenso.
Justamente, es del lado peruano donde se esperaban las mayores complicaciones
del camino por el estado que lo había dejado unas recientes lluvias.
Tras el paso del “Abra de
Toroya” –a 4700 metros sobre el nivel del mar- un fuerte descenso en solo
150 km hasta alcanzar Arequipa a 2300 metros de altitud.
La salida se posterga una
hora para esperar mejores condiciones de visibilidad, la que se realiza
a las 9:00. La caravana enfila el camino con los participantes separados
por un intervalo de 60 segundos. Una multitud agolpada al costado del camino
les da la despedida.
Tras los primeros kilómetros,
una previsible lluvia intermitente le sumaba complicaciones a la topografía
del tramo.
Alrededor del kilómetro
80, en el poblado de Guaquí, Fangio ya estaba en la punta en tiempo
neto, seguido por Ricardo López, Marimón, Marcilla, Oscar
y Juan. Lo que impresiona de la posición del Chueco es que había
largado desde el puesto 40º del clasificador y no al frente con el
camino despejado…
En desaguadero, el límite
entre Bolivia y Perú, Kruuse tiene problemas con la caja de velocidades,
que le hacen perder más de una hora.
Bordearon el lago Titicaca
sin novedades y se dirigieron hacia la parte más peligrosa de la
etapa, la subida del Abra de Toroya.
En Simbal, es Varoli el que
tiene problemas cuando su máquina cae en una zanja. Ayudado por
la gente del lugar, el chileno logra salir y continuar en el camino perdiendo
solo unos treinta minutos.
En la subida, tanto los pilotos
Devoto como Senes tienen problemas con el motor de sus autos.
Devoto perdería tres
horas –lo que lo relegaría al anteúltimo lugar del clasificador
en la etapa y perdería 24 posiciones en la general tras haber largado
en el 11º puesto. Después se daría a conocer que en
realidad, ambos pilotos fundieron sus motores.
Fangio se mantenía
en la punta de la etapa a 2 minutos de Oscar, tercero López a 3
minutos de Fangio, cuarto Marimón, quinto Karstulovic, sexto Marcilla
y séptimo Juan, que se había retrasado cambiando una rueda.
En el peligroso descenso
en espiral, Fangio continuaba alejándose en la punta a ocho minutos
de Oscar. Detrás Marimón y Gulle. Tal era la velocidad del
balcarceño en la bajada, que cuenta una anécdota que uno
de los competidores paró al costado del camino solo para ver el
espectáculo del Chueco haciendo la bajada de la montaña…
El primero en entrar en el
camino sería Juan Gálvez, seguido por Oscar. Pero Fangio
lograría el primer lugar en tiempo neto y al final, habría
batido todos los records de la etapa realizados en el Gran Premio del año
1940.
Gulle perdería mucho
tiempo en el último tramo por falta de combustible.
Fangio con esta victoria
lograría avanzar al puesto 29º, a más de seis horas
del puntero, Oscar Gálvez…
La patriada de ésta
etapa correspondió a los pilotos peruanos Luís Astengo –finalizó
quinto- y Henry Bradley -terminó séptimo- quienes demostraron
además de conocer muy bien el terreno, saber reservar sus máquinas
para entrar bien clasificados a su país.
Los abandonos oficiales en
esta etapa, serian Manuel Taveira de Vasconcellos –como se dijo, no largó-
Rosendo Hernández, Félix Peduzzi, Schvemler y Muñiz,
que sufría un vuelco.
Devoto termina la etapa
con el motor herido de muerte, por lo que no participaría de la
próxima etapa. Una verdadera lástima, ya que “Ampacama” –como
le decían a Devoto- estuvo peleando hasta La Paz las primeras posiciones
de la carrera.
Hay que remarcar la voluntad
de Jordán Senes, quien también con motor fundido, intentaría
aun así llegar a Caracas…
UTaC
Team. |