Etapa
2. Salta-La Quiaca
Viernes,
22 de Octubre de 1948
En la segunda etapa se daba
noticia ya antes de largar, que no iban a ser de la partida los pilotos
Pérez de Villa, Fava, (que pasaría a ser acompañante
de Kartulovic) Gatti y Bizio.
Tras la primera etapa de
casi 1700 km. La segunda sería corta -de 380 km kilómetros
de extensión- pero de condiciones algo más difíciles.
Piso de ripio –aunque en buen estado- que si bien no permitiría
promedios extremadamente altos, era muy sencillo comparado a las etapas
siguientes. Sería solo una suerte de precalentamiento. La altura
máxima del tramo sobre el nivel del mar sería de 3400 metros.
La etapa completa se calculaba que sería realizada por los punteros
en cinco horas y media aproximadamente.
Esta etapa sería muy
emotiva para el balcarceño. Fangio partiría del 79° lugar
y desde el mismo momento en que salió, comenzó a superar
máquinas de una manera apabullante.
En Jujuy el primero en pasar
fue Oscar Gálvez seguido a solo 5 segundos por Marimón.
Gulle comenzó a pelear
la etapa de igual a igual con los punteros, y Juan Gálvez tampoco
perdía pisada.
El hecho quizás mas
inexplicable de esta etapa lo protagonizo el acompañante de Julio
Devoto cuando se vio obligado a quedarse en el regimiento 20 de infantería
tras quebrarse un brazo mientras saludaba al público, y a partir
de ahí Devoto tuvo que continuar solo en el camino.
El uruguayo Héctor
Suppici Sedes sufre un accidente a la altura de Maimará que lo obliga
a abandonar. El uruguayo estaba peleando la posición contra el peruano
Arnaldo Alvarado, cuando entran en una sección del camino que parecía
el piso estar humedecido con agua e ideal para intentar un sobrepaso. Cuando
intenta ir a fondo aprovechando las condiciones, se encuentra inesperadamente
con una polvareda que le cierra la visibilidad y caen en un alcantarillado.
Rompen el tren delantero, y Silvestre Calache, su acompañante, sufre
algunas lesiones menores, pero se ven obligados a abandonar.
Marimón tras estar
segundo en la ruta, al cruzar un río se le moja el distribuidor
que lo obliga a detenerse en el costado del camino, perdiendo valiosos
40 minutos para resolver el problema que le harían perder algunas
posiciones en la clasificación general.
Musso sin reponerse del
doloroso accidente de la etapa anterior, abandona y regresa a Buenos Aires
tras un incidente.
En la quebrada de Humahuaca,
Gulle se acercaba a los dos punteros, mientras Fangio ya estaba peleando
las primeras colocaciones en tiempo neto.
Pasando “El Volcán”,
a 131 Km. de Salta, Fangio alcanza la primera colocación temporalmente.
Cerca de llegar a La Quiaca,
volvió a ser superado por los hermanos Gálvez y Gulle.
Otro vuelco importante fue
el protagonizado por Neumeyer en Huayco Chico, luego de romper una punta
de eje. Perdería algún tiempo reparando la máquina
y su acompañante tuvo que ser asistido por algunas heridas leves.
Gálvez cruzaría
la llegada en un tiempo de 4 horas y 47 minutos, casi 6 minutos antes que
el segundo, Pablo Gulle.
Con ésta victoria,
Oscar Gálvez se adjudica el primer trofeo en juego, “El Premio General
Manuel Belgrano”, que se entregaba al mejor piloto clasificado en la general
en el tramo argentino.
Fangio lograría entrar
en cuarta colocación tras haber superado en carretera 60 máquinas,
aunque no le serviría de mucho –por lo antes explicado- ya que en
la general queda clasificado en el lugar 55 y la próxima etapa tiene
que largar desde esa posición.
Aquí terminaba el
tramo argentino. La Quiaca y Villazón son dos pueblos fronterizos.
Se cruzaría la frontera
con Bolivia en neutralización, y se largaría la competencia
desde el lado Boliviano.
Consideraciones en la
Quiaca:
En ésta etapa es justamente,
donde comienza la polémica reglamentaria entre los competidores
y los organizadores. Hoy, vista a la distancia, puede decirse que siempre
hubo dos puntos de vista, y que ambos parecen correctos.
Los organizadores tomaban
–como corresponde en la lógica- que lo importante no es la posición
cómo se termine una etapa, sino el tiempo que llevó hacerla.
Más gráficamente explicado, supongamos que la carrera se
hiciera de un solo tirón desde Buenos Aires hasta Caracas. Si un
piloto queda varado al costado de la ruta durante cinco horas, ese piloto
se retrasaría ese tiempo concreto con respecto a los punteros. Sería
prácticamente una diferencia indescontable, en tanto los demás
pilotos no sufran percances similares.
La ventaja que tendría
un piloto en esta circunstancia, es que una vez que superara un competidor
–lógicamente mas lento en condiciones normales-, ya no tendría
que volver a superarlo a no ser que obviamente, algo lo vuelva a detener.
En la teoría las
etapas no se convierten en sub-largadas, sino que simplemente son neutralizaciones
realizadas para descansar y reparar los daños previsibles. Por lo
tanto, el orden de estas sub-largadas lo disponía el orden en la
clasificación general, y no la llegada en el camino.
La práctica demostraba
que lo único que hacía las neutralizaciones dispuestas de
esta manera, era mezclar los pilotos rápidos que tuvieron problemas
–como el caso de Fangio- con otros pilotos que eran mas lentos, pero que
le llevaban una diferencia en tiempo tan grande, que nunca alcanzaba una
etapa para superarlo en el clasificador general. Por lo tanto, en la próxima
etapa, el piloto rápido volvería a largar detrás del
piloto lento, y volvería a tener que superarlo, tomando todos los
riesgos en cada uno de los intentos. Esto, con el agravante, de que en
el camino muchas veces solo podía circular un automóvil a
la vez.
Este último punto
molestaba a los pilotos, que pedían a gritos una modificación
reglamentaria para evitar posibles accidentes. Lo cierto que el reglamento,
en este punto, no fue modificado.
UTaC
Team. |