La última de las cuatro competencias programadas con los pilotos europeos se vuelve a correr en Parque Palermo aunque esta vez con algunas variantes.
Esta vez será algo mas larga -a 50 vueltas- y a diferencia de la edición anterior sin baterías intermedias. 

En cuanto a los pilotos, las variantes más significativas de ésta carrera serían que Benedicto Campos utilizaría la Maserati 4CL de la escudería Écurie Naphtra Course (Piloto elegido por el ACA) y que Wimille no participaría en la competencia ya que había regresado a Francia luego de su victoria en Rosario. Su Alfa Romeo 308 aparecerá guiándolo «Raph«.
Por otro lado, Amadée Gordini no duda un instante en volver a ofrecerle a Fangio  una de sus máquinas tras su excelente actuación en la carrera anterior. 

Dado que los Europeos traían unas bombas para la recarga de combustible que llenaban el tanque de sus máquinas en tan solo unos segundos, Villoresi propuso una neutralización obligatoria de 60 segundos en el Box para compensar la ventaja en el reabastecimiento. 
En realidad, luego se dedujo que esta neutralización propuesta por Villoresi no beneficiaba a nadie más que a él, ya que la realidad demostraba que mientras los pilotos argentinos salían con el combustible suficiente como para no realizar ninguna detención, Villoresi corría con poco combustible y hacía alrededor de tres detenciones muy cortas, cargando combustible rápidamente. 
Sabiéndola administrar, una máquina más liviana consume menos neumáticos y realiza mejores tiempos de vuelta, permitiendo descontar cualquier diferencia que le puedan sacar máquinas más pesadas y con el caucho mas deteriorado. 
La organización para emparejar la situación, tendría que haber prohibido la utilización de la bomba neumática y no otorgar esos sesenta segundos de neutralización que terminaron perjudicando a Gálvez, aunque no se pueda decir que solo por eso perdió la carrera. 

Para Fangio está carrera sería intrascendente. Por vuelta, la Simca era unos 8 segundos más lenta que el poleman, una diferencia tremenda. Se intento variar la multiplicación y el diámetro del rodado pero era imposible. Mientras que la velocidad máxima de los punteros rondaba aproximadamente en los 250 Km/h, Fangio en la recta principal apenas podía llegar a los 200. La grilla de salida fue la siguiente: 
 

El único inscripto ausente -otra vez- fue Gabriel Bessana. 
A las 17 horas del domingo 14 de Febrero fue bajada la bandera a cuadros y picó en punta Oscar Gálvez, seguido por Varzi, Villoresi, Farina, Landi y el resto. Puópolo desde el “vamos”, debe realizar su primera detención en boxes. 
Villoresi  tardo 26’21.5” en realizar los 10 primeros giros, segundo Varzi en 26’21.8”, tercero Gálvez -26’27.3”-, cuarto Farina -26’50.2”-, quinto Landi -26’56.5”- y sexto Pesatti -27’50.8”-. Luego había un grupo en el que se superaban permanentemente en la lucha por las posiciones siguientes: Fortunati Firpo, Campos, Rosa y Fangio. Farina hace su primera detención en Boxes. 
En la vuelta 12 se detienen Landi (Con problemas de encendido) y Villoresi. Este aprovecha para agregar aceite y combustible en su máquina, empleando los sesenta segundos reglamentarios, luego continúa en carrera. Aquí Oscar Gálvez pasa a la segunda colocación, y Rosa aparece en la cuarta sorprendiendo a la multitud. 
En la vuelta 16, Gálvez pasa a la punta de la carrera. Varzi acusa algún problema pero continúa en la lucha. 
A está altura de carrera, la Maserati de Farina estaba perdiendo alcohol sobre el pavimento. Pascual Puópolo iba detrás y en una curva a causa del combustible derramado, comienza a perder el control de su Maserati. Rápidamente busca una zona de escape y descubre que por el único lugar por donde podía pasar había un policía a caballo charlando con un espectador. Luego había público por todos lados menos en un árbol al lado del policía, al cual termino apuntando con su máquina. Mientras se dirigía hacia el árbol, se paró en su carlinga con la intención de saltar, pero antes de lograrlo golpeó sus piernas contra el volante y se fracturó. El saldo fue de tres espectadores heridos además del piloto. 
Alrededor de la vuelta 24° la cantidad de detenciones se hacían sentir en el clasificador. Las posiciones hasta ese momento: Varzi 1:20’20.1”, detrás Gálvez 1:20’23.3”, luego Villoresi 1:20’46.6”, y cuarto Raph 1:24’36.8”. Varzi vuelve a tener problemas en su máquina mientras el público entusiasmado observa como Gálvez lo presiona. Entrará a los pits en la vuelta siguiente, volvería a la pista y daría un par de vueltas hasta detenerse definitivamente por problemas eléctricos.
El no lo sabía, pero está sería la despedida del As Italiano. Jamás volvería por el país. 
En la vuelta 31, Fangio abandona luego de varias detenciones en el Box. 
Villoresi vuelve a detenerse en la vuelta 33 para recargar combustible. 
En la vuelta 37°, Gálvez está en la punta 1:39’31” y Villoresi segundo 1:40’01”, lo que es 30 segundos de ventaja para hacer una última detención. 
Villoresi vuelve a detenerse en la vuelta 38° y luego de salir queda a 1’22” de Gálvez. Esto significaba que Gálvez solo tenía que demorar 20 segundos en detenerse y volver a salir, ya que los 60 segundos reglamentarios los debía pasar en el box de cualquier manera. 
Aquí comienza lo inexplicable. Gálvez solo necesitaba un poco de aceite y ni siquiera eso. El Alfa tenía la suficiente autonomía de combustible para las cincuenta vueltas. 
Los mecánicos lo hacen bajar de la máquina por miedo a salpicarlo con alcohol. Algún despistado periodista se acerca a reportear al “vencedor”, golpeándole la boca con un micrófono. No aparecía la llave para quitar el tapón de aceite y lo peor, absolutamente nadie estaba controlando el tiempo que llevaba la detención. 
Cuando el pobre Gálvez sale a la pista, había demorado detenido 1’46.8” en vez de los 60” que necesitaba reglamentariamente. 
Como si esto fuera poco, al Alfa le habían agregado un combustible innecesario que lo volvió mucho mas pesado e inestable. Los 47 segundos de ventaja de Villoresi serían indescontables para el "Aguilucho". 

El primero en llegar a la meta sería Luis Villoresi en 2:15'16.5", segundo Oscar Gálvez  a 39”, tercero «Raph» a dos vueltas del puntero. Llegarían solo siete máquinas. 

Ese fin de semana Varzi entregó todo lo que no había podido entregar las carreras anteriores de ese año, como despidiéndose del público que tanto lo apoyó.
El piloto de Galiate estaba pensando seriamente en afincarse en Argentina para crear una escuela de pilotos de primera línea, ayudando a pulir la calidad humana que aquí parecía asomar. Se decía incluso que ya había iniciado los contactos y que buscaba lugares ideales para vivir. 

Berna se cruzaría como escalón inevitable entre su pasado de As y su futuro de maestro.

UTaC Team.

El circuito de los Lagos de Palermo es el escenario de la despedida de la Temporada y los habitantes de Buenos Aires, acicateado por las actuaciones de Fangio y Gálvez en Rosario, se vuelca a alentarlos desbordando los lugares previstos para el público. Fangio no puede luchar en un circuito que no le es favorable al pequeño Simca Gordini y abandona luego de intentarlo todo. Villoresi se instala en la punta y gana la carrera seguido del Alfa Romeo de Oscar Gálvez que reivindica los colores argentinos con un segundo puesto a 39 segundos del ganador. Villoresi y Gálvez son los únicos participantes que cubren las cincuenta vueltas pactadas. Detrás de ellos se clasifican George Raph, Pablo Luis Pesatti y Fortunati Firpo. 

La Temporada ha terminado pero queda en la imagen de los argentinos las grandes actuaciones de Fangio y de Gálvez. Para el balcarceño queda el importante hecho de haber marchado en la punta sobre los grandes ases europeos en el circuito de Rosario. Para Gálvez queda en el recuerdo su tenaz actuación en cada una de las carreras que corrió y sus resultados concretos; un segundo puesto en Palermo y una cuarta posición en Mar del Plata. Gracias a las temporadas internacionales del Automóvil Club Argentino, estos dos argentinos comenzaron a ser objeto de los comentarios centrales de los periodistas europeos que veían en ambos un material ideal para los grandes equipos de Grand Prix que estaban a la caza de nuevos pilotos que protagonizaran el recambio generacional de los pilotos de Gran Prix. Comenzaba así la proyección mundial de los pilotos argentinos. El A.C.A. toma una de sus decisiones deportivas más importantes y forma un equipo para que esos hombres que se destacaron en suelo argentino y fueran tan elogiados por la prensa, viajen a Europa a medirse en su propio terreno con los más grandes volantes. Fangio, Gálvez y Puópolo llegan a Italia y toman contacto con Clemar Bucci quien estaba intentando suerte por cuenta propia en Europa. Fangio y sus acompañantes visitan fábricas y escuderías privadas y toman la decisión de comprar tres flamantes Maserati 4CLT/48 y nombran al ex mecánico de Varzi, Amadeo Bignami, jefe técnico de la escudería nacional bautizada "Achille Varzi". Se elige el pueblo italiano de Galiate para establecer la base de operaciones del equipo del A.C.A. y, mientras aguarda la fecha de regreso a Buenos Aires, Fangio es tentado por Amadée Gordini para correr un auto del equipo en Reims. Pero el debut de Fangio en Europa no es halagüeño. Corriendo contra los poderosos Alfa Romeo, la Simca no tiene nada que hacer y abandona. El equipo argentino ya está formado. A partir de allí se escribiría una historia de victorias y campeonatos que pondrían al país en las primeras planas de los diarios del mundo. 

Por gentileza de Jorge Augé Bacqué y Automóvil Sport.