Ya en la clasificación, Fangio impone todo su potencial, marcando el mejor tiempo.

En la carrera, Fangio pico en punta, seguido por Castellotti y Musso, los tres con Ferrari, seguido por Menditeguy y Moss con Maserati 250F. En mitad de carrera, Castellotti y Musso deben abandonar por problemas en sus maquinas. Moss supera a Menditeguy intentando dar alcance a Fangio cuando hace un trompo que lo alejo definitivamente de la punta.

UTaC Team.

La tercera carrera de la Temporada Argentina, la tradicional prueba sin puntaje por el Premio Ciudad de Buenos Aires, se llevó a cabo - aunque no lo pareciera por su título - en el Circuito Parque General San Martín en Mendoza. 

La revista Velocidad, con la firma del gran periodista Ronald Hansen recordaba de esta manera los prolegómenos de "la carrera capitalina en tierra mendocina". "En cuanto a la carrera…fue una sinfonía que tuvo como único virtuoso a Juan Manuel Fangio y su Lancia "modificado". Ya en entrenamientos, la Maserati había acusado problemas en la desmultiplicación y en la carburación, éste último factor agravado por la altura de más de 700 metros sobre el nivel del mar. Maserati no pudo calmar totalmente sus dolores de cabeza durante los entrenamientos y nuevamente en la clasificación del sábado aparecieron las tres Lancia-Ferrari adelante. Pero aún cuando en el Gran Premio había ocurrido lo mismo y luego en carrera las Maserati mostraron haber estado escondiendo algo, ésta vez no pasó y las Lancia se fueron lejos de entrada nomás" 
Bien lo dijo Hansen, la carrera fue un dominio exclusivo de los autos de la doble marca aunque pudo Stirling Moss con su Maserati 250F (…luego de algunos trompos) ubicarse segundo. Tercero, pero a dos minutos de Fangio, se clasificó Behra y en el cuarto lugar la otra Maserati con Menditeguy al volante y con una vuelta menos. 

Aunque tres Maserati aparecieron detrás de la Lancia-Ferrari, hasta las últimas vueltas todo era para ésta marca, pero Musso tuvo un despiste en la curva de Ataguille y abandonó y Castellotti sufrió la rotura del radiador debido a una piedra arrojada por el auto de Fangio y también quedó fuera de carrera. Los otros dos ferraristas, Collins y Gendebien corrían con las Squalo del año anterior y demostraban no tener la velocidad de las Maserati y, por supuesto, de las Lancia Ferrari.

Por gentileza de Jorge Augé Bacqué y Automóvil Sport.