El 25 de enero se corre en Mar del Plata el Gran Premio Gral. San Martín. Fangio vuelve a correr con la misma Maserati usada en la carrera anterior y -entendiendo que correr no era pasear- logra el cuarto mejor tiempo en clasificaciones.
Delante de él, Luigi Villoresi con Maserati 4CL, Nino Farina con una Maserati 8CL y tercero el extraordinario Jean Pierre Wimille con un Alfa 308. Detrás de Fangio, quinto Oscar Gálvez con el  Alfa 308, sexto Italo Bizio con otro Maserati 4CL. Séptimo el As Brasilero Chico Landi, Octavo Achille Varzi con el imponente Alfa 12C-37. Y luego el resto.

Ya desde la largada, salen disparados doblando en la primera curva: Wimille, Villoresi, Farina y Varzi en ese orden. En la segunda vuelta, se forman dos grupos definidos. Los cuatro primeros por un lado, y el resto por otro. Los puestos -reacomodados- eran: Farina, Villoresi, Wimille y Varzi. En la tercera, Fangio estaba punteando el segundo grupo en quinta colocación y comienza a despegarse, intentando acercarse al lote de punta. 
En cinco vueltas, Farina y Villoresi estaban a un segundo de diferencia, seguidos por Wimille a 12 segundos y Varzi –cuarto- a 17 de la punta con Fangio pisándole los talones.
Aquí hay que remarcar la gran actuación que estaba llevando a cabo el balcarceño. Apenas había girado poco mas de doscientos kilómetros sobre una máquina de Grand Prix, y ya estaba batallando con pilotos con las características de Wimille y Varzi.
En la décima vuelta el público estalla. Luego de pasar Farina y Villoresi por el control (con una diferencia de 1.4”) pasa tercero Fangio a 19 segundos del puntero, seguido por Gálvez a 1’32” de la punta; y detrás Wimille y Varzi que se habrían retrazado. Hasta aquí era realmente notable el trabajo del Balcarceño. 
En la vuelta 15, Farina seguía haciendo diferencias. Les sacaba 9 segundos a Villoresi, 40 segundos a Fangio y 58 a Varzi. Fangio comenzaba a regular la marcha, porque los problemas mecánicos en su Maserati se hacían sentir.
En la vuelta 20, Villoresi vuelve a atacar a Farina descontándole algo de tiempo, Fangio debe detenerse en el Box para cambiar las bujías de su auto. Varzi entonces pasa al tercer lugar a 1’11” de Farina y Wimille cuarto a 20 segundos de Varzi. Gálvez en quinto lugar es el argentino mejor ubicado a 1’45” del puntero.
La lucha por la punta se iba a definir de alguna manera, y fueron los problemas mecánicos de Villoresi los que dieron el golpe de gracia. A partir de su primera detención en la vuelta 24, tendrá algunas salidas fugaces pero ya estaba decretado su abandono.
En la vuelta 30, las posiciones se habían estabilizado: Farina, Varzi, Wimille, Gálvez, Fangio.
A pocas vueltas del final, el público se sorprende observando las señales desesperadas de Farina a su Box. Cae el tiempo estrepitosamente y todos comenzaban a pensar que Farina no terminaría. La Maserati parecía excusar problemas mecánicos. Despedía aceite del motor y este hacia que las rudas traseras patinaran. Las señas eran para advertir que tengan preparado la recarga de aceite por si acaso.
El tiempo por vuelta de Farina cae a 2’25”, lo que permite que Varzi y Wimille entren en la misma que el ganador.
Farina logra de ésta manera lo que sería la única victoria de la Maserati 8CL en éste tipo de circuitos. Jamás volvería a tener una performance semejante.

Tras llegar a la meta y los saludos del rigor, el periodismo le preguntó su opinión sobre la actuación de Oscar Gálvez y Farina sorprendiendo con la respuesta, dejó caer un juicio muy particular: -“debo advertirles una cosa; me gusta mucho como vira ese endiablado de Fangio... Es cosa seria”.

Farina sabía de lo que estaba hablando. Luego de la salida de boxes, Fangio había quedado durante varias vueltas a una pequeña distancia adelante de él. El argentino no lo obstaculizó en ningún momento y se abrió para cederle el lugar en cuanto estuvo a una distancia de sobrepaso. De todas maneras, Farina ya había estado detrás de Fangio el tiempo suficiente como para apreciar su manera de conducir.
Los pilotos europeos ya estaban seguros de que una victoria de los pilotos locales era solo una cuestión de tiempo.

UTaC Team.