del
FANGIO PIRELLI
ALBUM
por Stirling Moss
COMO CONDUCIR CON UNA
SOLA RUEDA
Pasaje sobre la participación
de Fangio en la Mille Miglia de 1953. Entre comillas, habla Fangio
En la Mille Miglia de 1953
Juan se inscribió con la escudería que había sido
su primer amor entre todas las europeas, Alfa Romeo. Le habían preparado
una magnífica y potente berlinetta Disco volante de tres litros
y Juan Partió de Brescia acompañado por Giulio Sala, un mecáncico
de la sección experimental de Alfa Romeo a quien tenía en
gran estima.
Era la primera carrera europea
de Juan en Europa desde el accidente de Monza y, respondiendo a su carácter,
consiguió unas prestaciones casi perfectas para demostrar que no
había perdido nada de su capacidad de control y su coraje.
En Roma se encontraba en
segunda posición, incluso por delante del especialista en la Mille
Miglia Giannino Marzotto cuando, en un tramo de los Apeninos entre Florencia
y Bolonia, su Alfa Romeo de pronto coleó hacia el borde de la carretera.
"Sucedió que el chasis
se había roto precisamente en el punto donde estaba montada la caja
del volante y cuando giraba la dirección de un tope al otro, el
brazo separado del soporte se movía al mismo tiempo y provocaba
una gran holgura en la respuesta de la dirección. Descubrí
que cuando torcía a la izquierda la maquina iba por donde quería
pero que al girar a la derecha tendía a seguir perfectamente derecha.
En el repostaje de Bolonia
pregunté a los mecánicos si tenían un soldador eléctrico
y me respondieron que no. Entonces les dije "está Bien, cerrad el
capó" antes de que hubieran mirado dentro y constatado lo que había
pasado. Tenía miedo de que viendo la avería me obligaran
a retirarme. Tampoco quería que los comisarios de carrera metieran
la nariz y se dieran cuenta de la rotura del chasis. Habrían sido
ellos entonces quienes tomaran esa decisión.
Volví de nuevo a la
carretera conservando siempre el lado de la misma que mejor me permitiera
coger las curvas a derecha. Lo más peligroso eran los puentes. Tenía
que enfilarlos desde muy lejos para estar seguro de pasar entre los parapentes.
"Salita" estaba tan deseoso como yo de continuar. Era un compañero
ideal para este tipo de carrera.
Otro problema era la frenada
porque, si frenaba demasiado bruscamente, la carga sobre el tren delantero
roto hacía que la rueda anterior derecha torciera hacia fuera. Por
eso intentaba usar los frenos lo menos posible y utilizaba la caja de cambios
escalando las marchas, de forma que fueran las ruedas posteriores las que
ralentizaran el coche. Esto reducía al mínimo el efecto del
desplazamiento sobre el tren delantero.
Obviamente no paramos de
perder tiempo, pero al final llegamos a Brescia y fue solo en la última
curva de derechas que la máquina se fue completamente recta y terminó
contra las balas de paja. Tuve que poner la marcha atrás, pero pasamos
la meta y además muy bien clasificados, segundos detrás de
Marzotto. Estaba bastante contento de haber terminado la carerra en aquellas
condiciones que me habría seguramente obligado al retiro... ¡pero
hubiera preferido ganar sin todas aquellas peripecias!"
UTaC
Team. |