El 4 de Mayo vuelve a organizarse las Mille Miglia Italianas. Esta edición presenta algunos datos históricos muy importantes, ya que contó con la presencia de un Mercedes Benz conducido por el As alemán de la preguerra Rudolf Caracciola, en una despedida de la actividad. 
Fangio partió a las 4:49 de la madrugada, con el numero (lógico) 449 pintado en su Alfa Romeo 1900 de la clase Gran Turismo, acompañado por el mecánico Giulio Sala. A poco de partir comienza a tener problemas con los frenos, y se ve relegado en las posiciones ya que el  auto solo frena con el freno de mano, no solamente viajaba sin ninguna tranquilidad sino que el resultado era pobrísimo . Intentó en varias ocasiones encontrar el problema sin suerte. Hasta que en una de las detenciones en Florencia, se tira debajo del automóvil y descubre que por un error de diseño, el caño de escape recalentaba a la bomba de freno, dejándola fuera de servicio. Logro aislar la bomba "a la criolla" con un pedazo de alambre y un trozo de amianto. 

Debido al tiempo perdido terminó la competencia en el puesto 22° en la general y 8° en su clase. Rudolf Caracciola se despide del automovilismo, logrando un notable cuarto puesto.

MILLE MIGLIA 1952 
(Segunda participación de Fangio)

La edición 1952 de la Mille Miglia sigue creciendo hasta proporciones increibles: 12 categorías para más de 600 inscritos, de los que 501 tomarán la salida y 275 conseguirán acabar el recorrido, que no sufre ninguna alteración sobre el del año anterior.

Mercedes ha elegido esta prueba para regresar oficialmente a la competición. Bajo la dirección del eterno jefe de equipo Neubauer, el mítico Caracciola, ganador de la edición de 1931 que pasa ya la cincuentena, el veterano Lang y el tercer piloto de la marca Kling, han preparado especialmente la prueba para la que disponen de las novísimas coupés de 3 litros 300 SL "alas de gaviota".

Frente al peligro alemán Ferrari alinea una 340 spyder de 4 litros confiada a Taruffi y  nuevas  225 S y 250 S de 2.715 cc y tres litros respectivamente  para Bracco (la única coupé), Castelloti, Bornigia, Scotti, Paolo y Vittorio Marzotto. Las Ferrari por otra parte son más que numerosas. 26 en total incluyendo las inscripciones privadas.

Se tiene en cuenta la Jaguar C type triunfadora en Le Mans, que llega con Moss de abanderado, y se confia igualmente en el buen papel que pueden desarrollar las Talbot y las Delahaye francesas, menos potentes pero de fiabilidad contrastata... aunque finalmente no podrán hacerse notar.

La presencia de un sinfín de marcas: Fiat, Maserati, Lancia, Porsche, Frasher, Osca, Renault, Panhard, Cisitalia, etc, etc, solo contará en circunstancias normales para las clasificaciones de las categorías inferiores.

Destaca también la presencia del veteranísimo Fagioli a bordo de una Lancia Aurelia de 2 litros y de Fangio, que pilota una veterana Alfa Romeo de 2.443 cc.

Las salidas se van dando a intervalos bajo una lluvia torrencial. En los primeros 100 km es Taruffi (Ferrari) quien se muestra más rápido seguido de cerca por Lang (Mercedes). El alemán sin embargo tiene que abandonar muy poco tiempo después como consecuencia de los desperfectos sufridos al golpear un poste.

En Ravena Taruffi se ve retrasado por una sucesión de pequeños problemas mecánicos. Bracco, que rueda a casi 145 km/h de media a pesar de la lluvia cerrada, a tomado el mando seguido a 5' por Kling (Mercedes) y P. Marzotto (Ferrari) que luchan por la segunda plaza con apenas 12 '' de diferencia entre ambos.Después vienen Anselmi (lancia Aurelia), Fagioli (Lancia Aurelia), Biondetti (Ferrari) y Taruffi (Ferrari). En Ancona abandona Vittorio Marzotto (Ferrari).

Bracco, siempre en cabeza, comienza a tener problemas con los neumáticos subiendo a Pescara y ya en el paso de El Aquila Kling ocupa la primera posición por delante de Castelloti (Ferrari) a 7' y Taruffi a 8'. Siguen Biondetti, Bracco, P. Marzotto y Caracciola (Mercedes).

En Roma Kling sigue lider con una media de 137 km/h tras el paso de los Apeninos y las tremendas condiciones climáticas. Le siguen Castelloti a 8' , Taruffi a 9 y Bracco a 12. Apenas iniciado el regreso Castelloti debe abandonar mientras por detrás Caracciola y Moss (Jaguar) vienen recuperando tiempo notablemente.

Taruffi también se recupera. En Siena está a solo 2' 22'' de Kling. Por detrás intenta aguantar el ritmo Bracco a 7' mientras ya empiezan a estar más distanciados Marzotto a 17, Biondetti a 21, Moss a 27 y Caracciola a 28. Pero Taruffi ha estado forzando demasiado. Una avería en la transmisión, su talón de Aquiles una vez más en la Mille Miglia, lo obliga a abandonar en el alto de Poggioboni. Casi al mismo tiempo la Ferrari de Biondetti se incendia. El piloto sale ileso pero el abandono es inevitable.

Queda todo preparado para el antológico final: Kling tiene nuevo adversario.  Bracco con las fuerzas renovadas se lanza a por todas pasada Florencia. En los pasos del puerto de la Futa y el de Raticosa se aproxima a Kling a marchas forzadas, la lucha se vuelve cerradisima y llegados a Bolonia es la Ferrari la que marca 1' 10'' de ventaja sobre el Mercedes. La última parte del recorrido, muy rápida, beneficia a la Ferrari lo que aprovecha Bracco para acrecentar su ventaja y llegar a Brescia victorioso sobre la temible mercedes de Kling. Marzotto, que viajaba tranquilo seguro de su tercera posición, debe sin embargo abandonar en el último momento traicionado por la mecánica a la altura de Vicenza. Moss vive idéntica y desagradable experiencia en los momentos finales de la prueba. Todo esto permite una nota más que emotiva viendo cruzar la meta de Brescia a los veteranísimos Fagioli y Caracciola en tercera y cuarta posición.

Fangio y sus limitadísimos medios nunca han estado en disposición de acceder a los puestos de cabeza, aunque consigue terminar la prueba a duras penas en la posición 22 de la general.