Un nombre cuyo regreso es esperado desde hace mucho tiempo aparece en la lista de inscritos para este año: el de la Scuderia Ferrari. En efecto, en 1940 Enzo Ferrari se ha convertido en constructor completo tras haber influenciado y participado en el origen de varias Alfa Romeo como la "Bimotore" o la "Alfetta". Debido a un acuerdo con Alfa, esta primera Ferrari  no lleva el nombre del Commendatore sino que se llama lacónicamente "Vettura 815". Como revancha, desde 1947 ya llevan el nombre Ferrari bien claro los bólidos que se inscriben con éxito en las diversas disciplinas del automovilismo: F1, F2, Sport, Gran Turismo. Es otro mito que comienza a alcanzar gran dimensión y su venida a Pau es muy excitante.Ferrari envía dos coches: una F1 modelo 1949, tipo 125, 12 cilindros con 1500 cc, compresor simple y chasis corto que alcanza, en esta versión monocompresor, los 235 CV; y una F2 tipo 166, 12 cilindros de 2 litros atmosférica, de aproximadamente 160 CV. Este último ejemplar presente en Pau es un coche experimental de gran interés donde Ferrari ensaya por primera vez el puente trasero de Dion. Además está dotada de una carrocería más baja y fina que las Ferrari anteriores y que terminará siendo la línea clásica de los monoplazas de la marca durante muchos años.

Los pilotos de la Scudería serán los compañeros inseparables Villoresi y Ascari. Gigi Villoresi es todavía el mentor del joven Alberto que a debutado sobre cuatro ruedas al volante de la "vettrura 815" durante la Mille Miglia de 1940. Hijo del gran Antonio Ascari, no tardará en sobrepasar a su maestro Villoresi lo que no empañará para nada su amistad; y cada vez que uno de ellos recibe la oferta de un volante en alguna nueva escudería, siempre pone como condición el estar acompañado por el otro. Otros tiempos, otras costumbres.

Acompañando a las Ferrari oficiales, Sommer llega a Pau con su 125 monocompresor privada, naturalmente pintada en azul francés. El regreso de Sommer promete un bonito espectáculo.

Es muy esperada la confrontación entre las Ferrari y las Maserati del equipo Argentino, en manos de Fangio y José Froilán González. Los 4CLT modelo 1950 alcanzan ahora los 280 CV y son más ligeras que en 1949. En cuanto a los pilotos, si Fangio no necesita ya presentación, González es un desconocido recién llegado desde la cantera sudamericana que va a producir un increíble número de campeones del volante. En contraste con Campos, hombre alto y delgado, González era bastante rechoncho y su silueta desbordando el habitáculo de los monoplazas que conducía furiosamente (ese era su estilo) iba a volverse familiar muy pronto en Europa.

Otra Maserati 4CLT estaba inscrita a título particular por Chiron que había dejado la Talbot. 

Cuatro de esos Talbot T 26C habían sido inscritos por sus propietarios particulares, Rosier, Levegh, Etancelin y la Ecurie Lutecia con Pozzi, a quien relevará Grignard. Ya no están dotadas del doble encendido de 1949 que les proporcionaba una ayuda suplementaria.

Finalmente, tres Simca-Gordini muy ligeras y  con un nuevo motor de 1490 cc  que sobrepasa ahora los 100 CV aunque siempre sin compresor, serán pilotadas por "los tres mosqueteros" Trintignant, Manzon y Simon.

Los organizadores prevén una afluencia de 40.000 espectadores el día de la carrera (el año anterior habían sido 35.000) por lo que han instalado una nueva tribuna en el parque Beaumont próxima al Casino.

Con pilotos del calibre de Fangio, Ascari, Villoresi y sommer, los récords saltan espectacularmente durante los ensayos. La primera plaza en la parrilla es duramente disputada entre Villoresi y Fangio quien finalmente tiene la última palabra con 1'43''1. El récord alemán que permanecía desde 1939 es batido por cerca de 4''. 

El argentino tenía una pequeña cuenta que saldar con los dos pilotos de Ferrari que lo habían batido, tal vez jugando un poco a la encerrona, en el GP de Marsella de F2 el 19 de Marzo. Sin embargo, Villoresi no está lejos con 1'43''4. Sommer, que había sido el más rápido en los primeros ensayos, consigue el tercer mejor tiempo con 1'44''5. En 1'46'' se encuentran Rosier, Gonzalez, y Ascari. Chiron hace 1'47''3 mientras que el resto rueda por encima de 1'51''. Solo Rosier es capaz por tanto de intercalar una Talbot en medio de las Ferrari y las Maserati.

Los ensayos se desarrollan sin incidentes pero no sin emoción con el escalofriante paso de las Ferrari de Villoresi y Sommer por la curva de las tribunas. La 125 tiene poco agarre y hace falta toda la habilidad y coraje disponibles para dominarla.

Amadeo Gordini ha estado jugando a los misterios aludiendo, como guerra psicológica, al posible montaje de un compresor en la máquina de Trintignant; pero en definitiva las tres Simca terminan saliendo con motores atmosféricos.

El día de la carrera el sol está presente aunque velado de manera intermitente. La temperatura es razonable tras los récords de calor de los últimos años. Los espectadores llegan cada vez más temprano al circuito y ya se empiezan a instalar sobre las 9 y las 10 de la mañana; pero el gran grueso se vuelca en las tribunas hacia el mediodía confirmando el gran éxito. En el último momento se sabe que Eva Perón, la esposa del presidente argentino, ofrece un trofeo al piloto francés mejor clasificado en la carrera.

Con un ligero retraso, los 13 pilotos, sin supersticiones, se sitúan sobre la parrilla:
 
 

Tras la señal de partida Fangio pierde la ventaja de la primera plaza en beneficio de Villoresi y Sommer. El italiano completa el primer giro en cabeza a gran velocidad (1'51''7) seguido de Sommer, Fangio, González, Chiron, Rosier, Ascari, Manzon, Levegh, Etancelin, Trintignant, Simon y Pozzi. Una vez más, los viejos zorros Chiron y Etancelin han sabido aprovechar la salida para ganar algunos puestos mientras Villoresi impone enseguida un ritmo muy rápido rodando incluso por debajo del viejo "récord alemán" en 1'46''0. Y esto no ha hecho más que empezar.

Los tres tenores, Villoresi, Sommer y Fangio se destacan por delante de González que los sigue aislado mientras otros grupos se forman más atrás. La lucha es muy fogosa en cabeza: en la cuarta vuelta Sommer adelanta a Villoresi en la curva de Foch. Fangio se aprovecha y consigue adelantar también al italiano poco antes de las tribunas firmando además al paso por meta un nuevo récord de vuelta. Después hostiga  a Sommer al que intenta adelantar en la subida de la Avenida Leon Say sin éxito. Sommer no es ningún novato y durante muchos giros Fangio se estrella contra su tenaz resistencia hasta que en un ataque decisivo durante la vuelta 15 consigue por fin abrirse paso.

Mientras tanto se ha visto a Simon entrar en el Stand empujando su coche desde el Liceo y a Ascari abandonar con la caja de cambios destrozada. En la Ferrari experimental, ésta también se estrenaba junto al nuevo puente. Eran tal vez demasiadas novedades juntas para un circuito tan exigente como el de Pau.

Tras librarse de Sommer, Fangio acelera y en dos vueltas ultrarápidas pulveriza los viejos récords dejándolo en 1'42''8. El ritmo es tremendo y Gonzalez por ejemplo termina pagándolo: una primera parada en le vuelta 25 es el preludio de su abandono definitivo cuatro giros más tarde dejando el cuarto lugar en manos de Rosier.

Tras Fangio, que se escapa, marchan juntos Sommer y Villoresi. El primero tiene problemas de embrague. Después de varias frenadas rueda contra rueda, Villoresi consigue superarlo en la vuelta 33 y se lanza en persecución de Fangio.

En la vuelta 40 tan solo permanecen en el mismo giro que Fangio Villoresi a 30'', Sommer a 35 y Rosier a 1'24''. Se sabe sin embargo que Rosier no entrará a reavituallarse lo que le permite mantener las esperanzas. Más lejos, Chiron rueda solo. Después se encuentran las otras Talbot y las Simca todavía al completo. Ha habido no obstante numerosas paradas forzadas y los retrasos son muy importantes en el pelotón de cola cuando llega el momento crucial de los reavituallamientos: Villoresi es el primero en entrar cumplido el giro 47. El equipo Ferrari está bien equipado: el reabastecimiento se realiza a alta presión y Villoresi reparte después de 33'' lo que era muy rápido para la época. Ya por entonces los equipos mejor preparados se batían en el terreno de la organización en los stands donde cada vez más se van a ganar o perder las carreras.

Tres vueltas más tarde es Sommer, que provisionalmente ha pasado a ocupar la segunda posición, quien entra a reavituallarse: 48''. Peor que Villoresi lo que aprovecha Rosier para hacerse con  una tercera plaza que ya no va a abandonar. Fangio es el siguiente en reabastecerse, una parada de 55'', tiempo francamente malo aunque todavía le permite conservar la cabeza con 10'' de ventaja sobre Villoresi. A una treintena de segundos está Rosier que no ha podido aprovechar la ventaja de no reavituallar que conceden los Talbot.

Mientras en este periodo de la carrera Chiron y Etancelin desaparecen, Villoresi parece poder amenazar a Fangio durante algunas vueltas; pero las esperanzas de ver relanzada la carrera se desvanecen cuando Fangio reemprende su cabalgada en solitario y se aleja de sus perseguidores.

En la tribuna de prensa, los hermanos Sojit, reporteros de la radio argentina que van a acompañar a Fangio durante toda la temporada 1950 comentan en directo para los oyentes de su pais la carrera del heroe nacional. Mientras que Luis Sojit derrama un torrente de palabras con la cadencia de una ametralladora, de tanto en tanto su hermano le arranca el micro de las manos, lo tiende hacia la pista y grita por encima  del tronar de los motores: ¡Pasa Fangio!. Vuelta tras vuelta la escena va a repetirse al paso  de la Maserati azul y amarilla. En efecto, apenas hay alguna otra cosa que decir.

El final de la carrera no tiene ninguna historia salvo para el desafortunado Simon que se estrella contra un muro en la curva del Liceo durante la vuelta 72, afortunadamente sin ningún daño personal. Fangio mientras aumenta progresivamente su ventaja sobre Villoresi: 20'' en el giro 70, 26'' en el 80, 35'' en el 90. La ventaja se reducirá ligeramente durante los diez últimos giros que el argentino cubre tranquilamente. Sommer, con sus problemas de embrague crecientes, no ha podido intentar el asalto de la tercera plaza ocupada por Rosier, quien considera un verdadero éxito terminar a solo un minuto del vencedor.

Los retrasados se contentan con mantener las posiciones adquiridas durante la carrera que no ha tenido un final demasiado movido.
 

En la llegada continua el show argentino. Fangio es aclamado, rodeado por una masa de admiradores, y sobre todo por los hermanos Sojit que siguen su retransmisión creando cierto hambiente a su alrededor mientras invitan a todas las personalidades hispanicas invitadas en Pau a decir algunas palabras al micro.

Reina una gran exitación que parecía haberse perdido en la parte final de la carrera, aunque pueda parecer injusto decir esto a la vista de los logros conseguidos: los viejos récords han sido derrumbados estruendosamente, las medias han sido magníficas y los tiempos del segundo Villeresi han sido ciertamente dignos de loa. Simplemente Fangio era el más fuerte y estuvo bien servido en esta ocasión, es necesario decirlo, por el fiel Bignani en la preparación de la máquina.

1950 verá la consagración definitiva de Fangio: terminará segundo en el campeonato del mundo muy cerca del vencedor, Farina, París-Mach le dedica un completo dossier... ¿que más se puede decir...? Algunos años más tarde la consagración suprema: se encontrará su nombre en las mismísimas aventuras de Titin: en "El asunto Tornasol", pagina 34, el capitan Haddock exclama: "ça alors, mille tonnerres! c'est au mois Fangio qui est au volant!.