Las Mille Miglia
1950
Con un nuevo recorrido ligeramente
diferente al de ediciones anteriores la Mille Miglia de 1950 conoce la
apabullante cifra de 500 inscritos aunque "solamente" 375 toman finalmente
la salida. Esta masificación realza cada año con más
énfasis la clara división entre aquellos que compiten por
la victoria y los que con medios limitados e incluso familiares a veces,
aspiran simplemente a completar el ya mítico recorrido.
Entre los primeros el despliegue
de Ferraris es impresionante, presentado un buen número de 166 en
manos de privados que aspiran a dominar la clase de dos litros, mientras
que en la categoría superior se presentan como novedad absoluta
las 275 S confiadas a Villoresi y Ascari. El plantel ferrarista en esta
máxima categoría lo completan las más fogueadas 195
S en varias versiones (Gianni Marzotto, su hermano Vittorio y Serafini)
En la cilindrada mayor presentan
oposición a Maranello las Jaguar XK 120 (Biondetti y Johnson),
y sobre todo las Alfa Romeo que con la base de la 2500 Sport
montan en alguna de sus unidades un nuevo motor de 3 litros (Fangio, Roll,
Sanesi). Maserati está escasamente representada mientras el resto
de marcas italianas, Fiat, Lancia y Osca, se presentan solo con aspiraciones
en las categorías inferiores donde la lucha se anuncia cerradísima
contra otras marcas fornáneas.
A las 00.01 del 23 de abril
se libera al primer participante. La carretera se encuentra extremadamente
resbaladiza por la lluvia y enseguida complica en incidentes incluso a
los más ilustres participantes. Umberto, uno de los cuatro hermanos
Marzzotto que participan en la prueba todos con Ferrari, se estrella contra
un árbol partiendo en dos su vehículo. Milagrosamente ni
él ni su copiloto sufren heridas graves y solo deben lamentar tan
pronto e indeseable final de carrera para ellos. Compensando, su hermano
Giannino marca en mejor tiempo en los primeros controles de Verona,
Vicenza y Padua donde otras cuatro Ferrari, tres Alfa y dos Jaguar
completan la lista de los diez primeros.
Gianni resiste en cabeza
en el paso de Ferrara y, cada vez más apurado ante los ataques,
también en Ravena donde marca 2 minutos de ventaja sobre Villoresi,
3 sobre Serafini, 6 sobre Bonetto y 7 sobre Fangio. Vienen detrás
V. Marzotto, Bracco, Biondetti y Ascari que ha perdido más de 10
minutos por problemas en sus neumáticos. A duras penas mantiene
la posición atravesando Forli,Rimini, Pesaro y Ancona.
En Pescara muchas novedades:
Pasa en cabeza Gigi Villoresi con su 275 pero con solo ¡10"! de ventaja
sobre Marzotto y 1'55'' sobre Serafini. Ascari en una hermosa y fantástica
remontada ocupa ahora el cuarto lugar por delante de Bonetto, Bracco y
Fangio. Biondetti ha tenido que abandonar ya antes de llegar a Pescara
mientras que el mismo Bonetto debe rendirse poco después. En una
fea salida de pista con Alfa, Sanesi resulta herido aunque por fortuna
no gravemente.
Las velocidades alcanzadas
hasta ahora son asombrosas a pesar de la lluvia, pero entramos en la parte
más complicada del recorrido y es ahí donde las transmisiones
de las novedosas Ferrari 275 no resisten el ritmo impuesto. Antes de llegar
a Roma tanto Villoresi como Ascari han tenido que abandonar mientras la
carrera prosigue hacia la capital por los controles de Popoli, L'Aquila,
Rieti, Terni y Nardi.
En Roma se conocen datos
asomborsos: Gianni Marzotto, quien ha recuperado la cabeza, ha atravesado
los endiablados Apeninos a una media fantástica, superior a los
130 km/h. El ferrari de Serafini sin embargo, no deja de inquietarle en
segunda posición a apenas 1 minuto. A estas alturas solo el Alfa
de Fangio, que llega tercero al control romano, parece capaz de sostener
a duras penas el ritmo de los primeros. Más atrás quedan
ya Bracco, V. Marzotto, Cortese y su Fraser Nash. Roll ha conseguido alcanzar
trabajosamente Roma; pero una vez allí su Alfa se niega a emprender
el camino de regreso.
En los controles de Civittavechia
y Grossetto se hace patente que Marzotto marcha desencadenado: la victoria
o nada. Al paso por Livorno ya marca 10 minutos de ventaja sobre el compañero
de equipo y 12 sobre Fangio que también a buen ritmo ha recuperado
tiempo sobre el Ferrari que lo precede y amenaza la segunda posición.
En Livorno el mejor tiempo
parcial del tramo es el de Fangio. En Ferrari piensan que la cabeza está
más que clara y Ferrari lanza entonces la consigna a Serafini:
desde aquí solo Fangio es tu preocupación. Serafini la sigue
escrupulosamente, aunque ya por entonces el Alfa Romeo del argentino ha
comenzado a padecer una serie de problemas mecánicos que dificultarán
enormemente no solo el ritmo de carrera sino incluso la continuidad en
la misma.
Mientras, Marzotto
puede relajarse ligeramente en cabeza cumpliendo sin contratiempos los
controles de Pisa, Florencia, Bolonia, Modena, Reggio Emilia, Piacenza
y Cremona; y llegando victorioso a Brescia en 13 h 39' 30 ''. A 8 minutos
lo hace Serafini que al final tiene menos problemas de los temidos con
Fangio. Por fortuna para Alfa, Fangio, no obstante los contratiempos mecánicos,
puede aprovechar el hecho de que por detrás Bracco y V. Marzotto
tampoco marchan muy enteros para llegar finalmente a Brescia completando
el podium de triunfadores.
Gianni Marzotto se convierte
así en el más jóven triunfador de las Mille Miglia
(título honorífico que ya nadie le arrebataría) en
una edición en la que la dureza habitual se vió tremendamente
acrecentada por las condiciones climáticas que volvían la
carretera a cada instante una trampa resbaladiza. Bassi con Fiat y Monkhouse
con Healey dejaron la vida en ella.
UTaC
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