El regreso a
las carreras.
A partir del año 1946,
los pilotos argentinos comenzaban a buscar la manera de competir nuevamente.
En los alrededores de Buenos Aires, se organizaban las primeras competencias
barriales sin carácter oficial, pero que servían para despuntar
el vicio de los fierros.
Fangio se enteró de
estos acontecimientos; y sin comentarle nada a ninguno de sus amigos, comenzó
a desaparecer los viernes por la noche y a regresar los lunes por la madrugada.
Recorría en solitario los 500 kilómetros que separan Balcarce
de Buenos Aires. Visitaba a sus amigos de la ciudad y se dirigía
a los improvisados circuitos a observar las pequeñas competencias.
Decididamente, la pasión
por volver a correr era mucho mayor que las necesidades de la época.
El combustible seguía racionalizado a un precio muy alto y no importaba.
Fangio quería volver a sentir el vértigo de las competencias.
El costo del viaje semanal no era precisamente económico, pero deseaba
determinar si aun podía competir y si no había “pasado” su
mejor momento.
En estos viajes conoció
a Florindo Nardi, un corredor local que vivía en San Justo provincia
de Buenos Aires. Era un preparador de los buenos, capaz de convertir un
sencillo “Ford T” en una máquina de carrera; aumentando la compresión
del motor por medio del rellenado de la tapa de cilindros con autógena.
Nardi le ofreció a Fangio un coche para una de las carreras y este
lo aceptó.
Fue una carrera en un circuito
de tierra llamado "La Pomona" reservada para autos Ford T con preparación.
Había muchísimo publico en el circuito, ya que de boca en
boca se habían enterado de que en la carrera del fin de semana participaría
nada menos que el bicampeón de Turismo Carretera. La noticia llegó
a oídos de la revista El Grafico y mandó personal a cubrir
el evento.
Le tocó participar
en la primera serie. En la largada tomó la punta pero después
de algunas vueltas debió detenerse debido a un inconveniente mecánico.
Una vez que efectuó la reparación retornó a la pista
con una vuelta menos que los punteros, pero en una notable actuación
ganó posiciones y logró ubicarse segundo con la misma cantidad
de vueltas que el ganador Domingo Porta, lo que lo habilitaba a participar
en la final. Cuando tocó el turno de largar la segunda serie, una
fuerte lluvia anegó el piso de tierra que se tornó muy resbaladizo
y se detuvo la prueba al cumplirse la primera vuelta, lo que dió
por suspendida la carrera.
Deportivamente, quizás
este segundo puesto no significaba mucho. Pero tras una inactividad de
más de 4 años, Juan Manuel Fangio sentía que volvía
a vivir.
UTaC
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