Este año, las Mil Millas Argentinas organizadas por el Avellaneda Automóvil Club, iban a servir para definir el campeonato Argentino de Turismo Carretera. 

Fangio llegaba a esta competencia con 286,11 puntos contra 190,74 de Daniel Musso. Teniendo en cuenta que el ganador de cada etapa sumaría 42,28 puntos que no se podían acumular a los 96,56 que obtendría el ganador de la carrera, pero que de cualquier manera podían llegar a ser definitorios para ambos pilotos. Este año la competencia se programa desde Bernal (Buenos Aires) hasta Bahía Blanca, ida y vuelta por el mismo camino. Como siempre en dos etapas de algo mas de 800 Km.

Para esta oportunidad, el Chueco volvió a utilizar la cupé Chevrolet verde oscuro modelo 1940 -N° 73-y al igual que en las competencias anteriores contó con el compañía de Héctor Tieri.
Participaron 97 coches y la carrera se vistió de luto, cuando el volante de Arrecifes Julio Pérez volcó con su Chevrolet a alta velocidad mientras transitaba por la localidad de "De la Garma", siendo despedido los dos ocupantes de la máquina. El piloto murió instantáneamente y el acompañante logró salvarse luego de casi un año de recuperación.

La primer etapa fue ganada por Benedicto Campos que más tarde -en 1949- viajaría a correr a Europa junto con Juan Manuel. El campeonato ya estaba casi decidido antes de llegar a Bahía Blanca, cuando Daniel Musso abandonaba la competencia. Fangio con problemas de carburación en la etapa clasificó 10º a 23' 16" de Campos. 

Para la segunda etapa y sin poder solucionar los inconvenientes fué 9º a 26'34" del ganador Fernandino. En la general se ubicó 8º, con lo que con esta colocación consiguió los puntos suficientes para coronarse campeón. 

Esta sería la última actuación de Héctor Tieri como acompañante. Fangio le comentaba más tarde a Carozzo:
Cuando gané el Gran Premio de 1940, alguna gente de Balcarce hizo tanta “cáscara” con Tieri, mi acompañante, que daba la impresión de que si no lo hubiera llevado a él, no hubiese ganado. Había hasta quién pensaba que debía darle la mitad del premio. Yo consulté con la comisión y ésta estuvo de acuerdo en que debía dale un porcentaje, que se estableció en ese mismo momento y con acuerdo absoluto.
La carrera siguiente era las Mil Millas de 1940, y por ética volví a llevar a Tieri; perdimos por unos problemas que se originaron en el  carburador. Yo le decía dónde entendía que estaba el problema y él porfiaba que no. Entonces ya la cosa había cambiado, había cierta tirantez, y alrededor de un auto de carrera, como cualquier otro lugar de trabajo, debe mantenerse la armonía.

El desaparecido Julio Pérez era un volante muy querido en el medio, y sin quererlo fue además muy influyente en la historia del automovilismo deportivo.
Junto a su socio Julio González tenían una agencia Chevrolet -La González y Pérez, concesionario oficial de la General Motors- y tras finalizar el horario de atención al publico, los amigos se encerraban en el taller a preparar el Chevrolet de color blanco –color utilizado por el equipo oficial- para la próxima carrera. Entre mate y mate, había un joven que se acercaba al taller todas las tardes a escuchar y aprender mientras intentaba ayudar alcanzando alguna herramienta. 
Era el sobrino de uno de los socios, y su nombre sería celebre mundialmente con el correr del tiempo. José Froilán González.

UTaC Team.

¿Porqué Mar del Plata?
Por Jorge Ferreccio.

Las dos etapas que cubrieron las Mil Millas de 1940, presentaron una particularidad en el Chevrolet Nº 73 que condujo Juan Manuel Fangio, que finalizó octavo. 
Además de las clásicas y tradicionales inscripciones “Balcarce” en los laterales del techo, en la ocasión apareció una leyenda “Mar del Plata” en el panel posterior entre las ruedas y el baúl.
Resultó extraño en principio, pero luego se supo la verdad del porque ese texto apareció por primera y única vez en un TC conducido por el balcarceño.

El Gran Premio Internacional del Norte se corrió entre el 27/09 y 12/10 en el que triunfara al volante de un Chevrolet’40, que había sido adquirido en $ 3.500, con fondos que salieron de una rifa de 1000 números a $ 10 cada uno, que se vendió entre Balcarce, Mar del Plata y el Mercado de Papas de Buenos Aires.
El premio fue entregado como correspondía y los favorecidos fueron 20 mecánicos de la Concesionaria Chevrolet de los Hnos.Navarro, que estaba ubicada en la Diagonal Pueyrredón y Moreno de Mar del Plata. Cada mecánico puso 50 centavos y el destino les deparó ser los beneficiarios del auto ganador del Gran Premio.

Aproximadamente un mes después y con vistas a la intervención en las Mil Millas, que se correrían entre el 14 y 15/12, Fangio se apersonó en el taller de Mar del Plata con intención de recomprar el auto que le había brindado la enorme satisfacción de obtener la prueba máxima del calendario argentino.
Los nuevos dueños accedieron a venderle la unidad en $ 3.500, pero a condición que llevara pintado en sus laterales la inscripción “Mar del Plata”.
No sabemos si la intención de éstos era que estuviera pintada sobre los laterales del techo o no. Pero evidentemente el Chueco cumplió con lo impuesto y pintó la leyenda en el lugar ya indicado, no renunciando al lugar que siempre fue propiedad del texto “Balcarce”.

UTaC Team.