El circuito de Reims tenia un punto complicado por encima de los demás, la primera curva después de meta. Una de derechas rapidísima en la que todo el mundo tenía que reducir una marcha, y controlar la velocidad a la baja lo menos posible porque era ahí donde se establecían las diferencias. El Rey de Reims, Fangio, era el rey porque era el único que era capaz de hacer esa curva (que llamaban del calvario) "a tavoleta", es decir, a tope.

UTaC Team.

El maestro corria con Maserati y el maestro, Juan Manuel Fangio, les estaba sacando en las pruebas tres segundos a todos. Embarazoso. Mike Hawthorn decide seguirlo para ver como afronta la curva rápida después de meta, la del calvario. Era allí donde Fangio marcaba la diferencia, seguro. Se quedó en pista casi al ralentí, como los Spitfire que había soñado pilotar de pequeño durante la guerra se quedaban en vuelo lento buscando bombarderos alemanes. Lo esperaba en la recta. Finalmente vio aparecer en su retrovisor la Maserati de Fangio. Pisó a fondo el acelerador. Fangio lo superó justo antes del Calvario y se lanzó dentro de la curva como siempre hacía... solo que esta vez con Mike pegado detrás.

A la vuelta siguiente Mike entró en boxes. Estaba pálido. Amoroti le preguntó qué cosa tenían que modificar en la máquina.

- Nada - respondió MIke - No es una cuestión de máquina.
 

Salida delicada para Bonnier cuyo motor se muestra problemático. Al primer paso por meta Lewis Evans está en cabeza por delante de Musso, Fangio, Hawthorn, Collins y Salvadori. En el segundo giro, el único cambio apreciable en las posiciones de cabeza es el adelantamiento  de Behra y Schell sobre Salvadori. 

Fangio sufre un espectacular trompo en el que pierde apenas un instante para repartir con el cuchillo entre los dientes. En la vuelta seis ya han sido doblados ocho participantes, mientras Collins debe abandonar con el motor roto. Las posiciones tras completarse la décima vuelta son: Lewis-Evans, Musso a 8’’, Hawthorn a 17’’,  Fangio a 27’’,  Behra a 35’’, Schell, Salvadori, Gregory, Gendebien y Godia como último piloto en la misma vuelta que el líder. 

Bonnier se retira por avería en la vuelta 13. En la 15, Godia sigue el mismo camino con una canalización del aceite rota. 

Vuelta 20. Musso se acerca a Lewis-Evans que comienza a perder terreno. La Vanwall  va soltando un hilo de humo que deja presagiar un fin de carrera dificil para el piloto británico. 

En la 23 Gendebien es doblado. Ya solo quedan 7 coches en la misma vuelta. En cabeza, Lewis-Evans tiene todavía 11’’ de ventaja sobre Musso, 35’’ sobre el duo Fangio-Hawthorn efrascados en cerrada lucha y 45’’ sobre Behra. Gendebien termina abandonando en la vuelta 25. En la 27,  es el  motor de Hawthorn el que se rinde ante el rimo que trata de mantener el piloto inglés. También abandona. 

En la vuelta 29 Behra marca el récord de vuelta rápida con 2’ 27’’ 8 a una media 207.2 km/h. Cubierta la vuelta treinta la clasificación sigue encabezada por Lewis Evans, seguido de Musso a solo 5’’, Fangio a 32’’ con Behra en su estela y Schell algo más atrás.

En la vuelta 31 abandona Mentideguy con la caja de cambios rota.

 En la vuelta 34 Lewis Evans sufre problemas de frenos que le provocan un trompo en Thillois. Musso lo supera irremediablemente. En la 41 solo cuatro autos corren en la misma vuelta: Musso, Lewis Evans a 20’’ y Fangio y Behra a 40’’ enfrascados en un emocionante duelo. 

Los dos pilotos de Maserati, alcanzan en la vuelta 48 a Lewis Evans y lo superan sin que éste pueda oponerles resistencia. En la vuelta 50 lidera Musso con 32’’ de adelanto sobre Bhera y Fangio que pasan por meta en ese orden. Evans es cuarto apenas dos segundos por detrás de los Maserati. El quinto, Schell, marcha con vuelta perdida. 

En la vuelta 56, cuando ya Musso corre sin tomar riesgos en cabeza, los frenos de la Maserati de Fangio se bloquean en Thillois. La nariz del piloto argentino se golpea contra el parabrisas. Termina la carrera parado y aún tiene que volver a pie hasta los boxes con la cara ensangrentada. 

En la vuelta 57 Gregory sufre una avería empujando el coche hasta la línea de meta. En las últimas vueltas Behra fuerza al máximo a su monoplaza para acortar distancias sobre el piloto italiano pero no hay nada que hacer. Musso consigue a sus 27 años una estupenda victoria en un circuito en el que corría por primera vez.

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