El Rey Mago Clemar
Bucci.
Tras las festividades navideñas
y el año nuevo, en Buenos Aires, se vuelve a correr inaugurando
el calendario automovilístico internacional.
Las máquinas y los
pilotos serán los mismos que participaron en la carrera del último
18 de diciembre, aunque se probó alguna variante sin concretar.
El piloto italiano Clemente
Biondetti tenía un contrato por solo tres carreras, por lo que le
ofrecen al alemán Manfred von Brauchitsch su Maserati para correr
el Gran Premio Ciudad de Buenos Aires –o Extraordinario María Eva
Duarte de Perón-. El piloto alemán quería solo conducir una buena máquina. No le alcanzaba la invitación del A.C.A. y los gastos garantizados durante su estadía para satisfacer la demanda de verlo correr. En un intento desesperado de Pancho Borgonovo -presidente del A.C.A.- gestionó con Biondetti el alquiler de su nueva Maserati. En principio pedía por el alquiler, el premio de partida y 500 dólares adicionales -lo que era mucho dinero en la época-, y la organización accedia. Cuando parecía que se cerraba el trato, Biondetti no quiso alquilar su máquina. Lo ofrecía en venta a 9 millones de libras.
Conclusión, Biondetti seguiría conduciendo su Maserati, y la familia Caracciola -que en Alemania estaba muy contenta de el ofrecimiento que el A.C.A. le había realizado a su antiguo colega, comenzaría a disgustarse con el piloto alemán. Terminaría muy mal la relación entre von Brauchitsch y Alicia de Caracciola por el deshonre a la imagen alemana que mostraba el piloto, desairando las posibilidades que podían brindarle el ACA de correr con la Maserati de Puopolo.
Oscar Gálvez mientras
tanto, estaba compitiendo las Mil Millas Argentinas, carrera de Turismo
Carretera organizada por el Avellaneda Automóvil Club que ganaría
su hermano Juan. Con lo cual, ni siquiera estuvo en el circuito para las
prácticas en su teórica condición de suplente del
equipo argentino. -En argentina no solo se organizaban carreras importantes,
sino que además se daban el lujo de sobreponerlas. Era una época
que había público para todo-.
El 6 de Enero, como regalo
de reyes, Juan Manuel Fangio obtiene la pole con un tiempo de 2'29.9",
-a solo 7 décimas de su record del circuito- seguido por Ascari,
Villoresi y Serafini. -hasta aquí, todos con Ferrari-. Luego Farina
y Bira con Maserati, y detrás el resto.
La largada fue una mezcla
de sorpresa y terror.
Mientras el público
observaba como Fangio salía adelante de Villoresi y Serafini, Ascari
entraba en un trompo descontrolado apuntando su bólido contra el
público. Por suerte la Ferrari no golpeó a gran velocidad
y la situación solo quedó en un susto. Podría haber
sido mucho peor, ya que la barrera entre ambos mundos era solo unos fardos
de paja.
Froilán, beneficiado
por su posición de largada, se encuentra con el camino libre para
ir detrás de las Ferrari.
Ascari, desde el último
lugar, comienza a superar adversarios de una manera espectacular, y en
la cuarta vuelta ya estaba en octava colocación, pero cuando parecía
que el espectáculo acababa de comenzar, la temperatura de su Ferrari
le sugería una detención en Boxes. Al detenerse comprueban
que el radiador de la Ferrari estaba fisurado por el golpe inicial, y sin
poder repararlo a tiempo se decreta abandono.
En la vuelta siguiente, mientras
Fangio bajaba el record del circuito -2’28.8”, Villoresi golpeaba
contra los fardos intentando seguirle el ritmo al balcarceño.
En la vuelta 11, Fangio
se mantenía en la punta seguido por Villoresi -a 18 segundos-, Serafini,
y Froilán. Una cubierta comienza a vibrar y obliga al chueco a detenerse en el box.
Los mecánicos se encuentran
con que no pueden quitarle rápidamente la rueda a la Ferrari ya
que se habían cortado varios rayos y éstos se introdujeron
en la masa, por lo que el recambio terminó demorando más
de tres minutos. Si bien volvería a la pista y en las dieciocho
vueltas restantes descontaría unos 90 segundos, sabía que
no estaba en sus manos volver a la punta de la carrera.
Villoresi a partir de ese
momento comienza a regular la velocidad. Sabía que nadie en la pista
tenía un auto en condiciones de pelearle la posición, y ayudado
por las señas que le hacían desde el box, comienza un paseo
de verano por los bosques.
Mientras tanto Fangio
vuelve a la pista y comienza a superar rivales. En la vuelta decimotercera
supera a Etancelin y Carini que luego abandonan y ya se encuentra en 14º
lugar para en la siguiente vuelta superar a Rosier.
Mientras tanto, en la vuelta
15, Froilán González nota que el tanque de su Maserati comienza
a golpear el asfalto.
Intrigado, observa que el
suncho que sujetaba el tanque de combustible se había cortado. A
partir de ese momento, cada vez que pasaba por el Box, los mecánicos
le hacían señas para que se detuviera. Como faltaban pocas
vueltas, Froilan decidió continuar y arriesgarse....
Fangio continuaba su espectacular
remontada. En la decimosexta supera a Taruffi y de Graffenried, en la decimoséptima
supera a Cantoni. En la vuelta 18º se coloca en octava posición
superando a Parnell y Chiron. En la vuelta 19 supera a Biondetti y en la
21º supera a Farina.
Las posiciones hasta ese
momento eran: Villoresi, Serafini, González, Bucci, Bonetto, Fangio,
Farina…
Froilán González,
con ya evidentes problemas de estabilidad, es superado en la vuelta 24
por Clemar Bucci y Fangio en la vuelta 26 supera a Bonetto.
En la vuelta veintisiete
el tanque de combustible de Froilán comienza a arder. El cabezón,
subió la máquina a la vereda y salto de ella en movimiento.
La máquina no golpeó contra nada –cerca estuvo de chocar
contra un árbol- y pudo ser asistida de inmediato por los bomberos.
La frutilla del final, en
ésta competencia la aporto Clemar Bucci. Al verse en el tercer lugar
tras superar a Froilán comenzaría un ataque demoledor sobre
Serafini, intentando limar diferencias. El viejo Alfa no podría
contra la novísima Ferrari, pero Bucci lograría su mejor
actuación en las competencias internacionales, haciendo que el publico
se pusiera de pie en las ultimas vueltas terminando a menos de tres
segundos del italiano.
Villoresi concluiría
su paseo en primer lugar -Record de vuelta incluido-, seguido por Dorino
Serafini, tercero Clemar Bucci. Fangio con su cuarto lugar, se llevaría
la admiración de la prensa escrita por su espectacular remontada.
Pero el verdadero héroe
del calendario deportivo iniciado en las fiestas de Reyes, fue sin dudas
el Rey Mago Clemar. Había logrado colocar el viejo Alfa que le había
comprado a Achilles Varzi (el 12C-37), por delante de máquinas 10
años más modernas y equilibradas que la de él.
UTaC
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