Un tributo al chueco... Mar del Plata, Argentina 1949

La mañana del domingo 27 de febrero Mar del Plata apareció diferente. Había una movilidad desusada para el poco turismo que quedaba. Muchos automotores, especialmente camiones estacionados o circulando por sus arterias. Gente caminando por todas partes, o en bares y confiterías. Era lógico, se corría el Gran Premio internacional y fueron 300.000 los asistentes al espectáculo.
También llamó la atención la profusión de algunas vestimentas que se reiteraban, bombachas campestres y alpargatas en gente con rostro y brazos tostados por el sol y que no eran los bronceados turísticos. Es que Balcarce había invadido Mar del Plata.

Según relató posteriormente Fangio "...vinieron 30 mil paisanos a verme..solamente se quedó el cura de la iglesia."

La largada ubicó al Chueco en primera fila, al lado de Villoresi con la pole, Ascari y Farina. En la salida prevaleció el argentino y picó decididamente en punta. Como un reguero de pólvora con explosiones en su recorrido a lo largo del perímetro del circuito, estallaban los victores y expresiones de júbilo traducidos en ovaciones. Como una especie de Ola mexicana sonora. Era la aparición de Fangio al frente del lote y que recién se apreciaba cuando estaban a la vista. El relator Luis E.Sojit trasmitía la carrera por radio, pero aun no había llegado a la Argentina la novedosa Spica, primer receptor a transistores que arribó al país.
Antes de la décima vuelta Ascari se detiene y Fangio aprovecha para quitar con las manos el caño de escape que se había roto. Villoresi que había largado mal, inicia una remontada que lo llevó a establecer el record de vuelta en el 11º giro. Poco después pasa a Ascari y como escolta de Fangio empieza a limar segundos hasta ubicarse a solo seis, en la vuelta 20a.
La curva de la Pileta Cubierta era una quasi horquilla en subida, que por determinación del rodado angosto que se usaba, se entraba abierto para ceñirse luego sobre el cordón interno que delimitaba el circuito - lo opuesto de lo que se hace ahora -. Fangio exigido, mantenía la cuerda férreamente y Villoresi intentó en la ronda siguiente una jugada estratégica. Varió el ángulo de giro y acelerando bruscamente intentó pasar por afuera.

En ese lugar el Bvard.Patricio Peralta Ramos tenía un ancho de unos 30 metros, reducido a unos 15 ó 20 por el avance del público y después de una especie de semicírculo entre los 200 metros que hay entre las calles Olavarría, M.Güemes y C.Alvear, entraban en un embudo en bajada, que no tendría más de 3 ó 3,50 m. de calzada, con curva a la derecha muy cerrada, para retomar el camino de abajo.
Villoresi puso su máquina a la par de la de Fangio, pero muy abierto. Juan Manuel pisó el acelerador, rugió el escape roto de su Maserati y prácticamente se zambulló en la curva del Torreón. Tomó entonces unos 15 metros de ventaja, que fueron definitivos.

Esa maniobra le valió la carrera. La Maserati del italiano, sintió el rigor a la que había sido sometida y tras perder a manos de Ascari el segundo puesto en la vuelta 22a, debió abandonar en la 23a., Ascari hizo lo propio cuatro giros después y Fangio cumplió con un paseo ligero la 12 rondas que le quedaban hasta la bandera de cuadros. Evidentemente las dos Maserati de los italianos, que mucho se comentó tenía 1.750cc en vez de los 1.500cc de las restantes no resistieron las exigencias de la persecución al balcarceño. Tiempo después éste haría el siguiente comentario: "si eso fue cierto, no solo hay que tener la potencia, sino que hay saber administrarla".
Con su primer triunfo en Máquinas Especiales, como se denominaba por entonces la a la postre Fórmula 1, Fangio colocó su perla Nº1 en un collar de 53, de las cuales 24 correspondieron a Campeonatos Mundiales, que lo llevaron a coronarse cinco veces titular de la máxima categoría, con el hasta hoy mayor promedio de efectividad.

UTaC Team.
Nota: Jorge Ferreccio presenció éste Gran Premio.