Sitio Gran Premio Republica Argentina.

Stirling Moss

J.M.Fangio

La Temporada Argentina de 1955 tendría, según lo expresaba la prensa europea, un tinte itálico subido. Todos los especialistas del mundo daban trascendencia a la participación de los equipos Ferrari y Lancia en Fórmula Uno y un dominio casi excluyente en los Mil Kilómetros. Claro que Mercedes-Benz, al manos en las dos carreras de Fórmula Uno, no pensaba lo mismo e intentaría en la Temporada Argentina superar el "síndrome italiano" que atrapaba al mundo automovilístico. 

En las dos carreras de Fórmula Uno había una concurrencia por demás notable. El equipo Lancia, comanando por el propio Ingeniero Lancia, presentaba sus espectaculares autos con motores V8 y un equipo de pilotos de lujo como Alberto Ascari, Eugenio Castellotti y "Gigi" Villoressi. La Ferrari presentaba sus autos con 265 caballos (...algo más que las Lancia) y también con un equipo humano de gran categoría: José Froilán González, Giuseppe Farina y Maurice Trintignan. Los grandes rivales de los dos equipos italianos eran las Mercedes-Benz ocho cilindros con 280 HP de Fangio, Karl Kling Stirling Moss y Hans Herrmann, Varias Maserati seis cilindros (Behra, Menditeguy, Schell y, Mieres, Musso, Bucci, el uruguayo Uría y Mantovani) intervendrían en la pelea con las Gordini de Ellie Bayol y los argentinos Pablo Birger y Jesús Ricardo Iglesias. De lo presentado surgía que la Mercedes era el auto más pesado (700 kilos) pero también el más potente (280 HP). La Ferrari era el más liviano (620 kilos) y su potencia era la misma que la Maserati y el Lancia (...unos 265 HP). 

En los primeros entrenamientos del G.P.de la República Argentina en el Autódromo Municipal de la Ciudad de Buenos, Alberto Ascari clava el mejor tiempo con el Lancia V8 bajo un clima de 38º y una temperatura en la pista de...¡56ºc!. El tremendo calor del mes de enero obligó al ingeniero Lancia y al gran Alfred Neubauer, director del equipo Mercedes-Benz, a ordenar que se abrieran canalizaciones de ventilación adicional en las carrocerías en las carrocerías de los autos al efecto de mantener los motores lo más fresco posible. 
Las Maserati sobresalieron para virar en las curvas veloces y con su gran poder frenante. 
En la clasificación se produce un hecho que convocará a miles de espectadores al día siguiente ya que en tres segundos se uibican 16 autos y en la primer fila se colocan cuatro marcas diferentes. 

A las cuatro de la tarde del 16 de enero, doscientas mil personas deliran antes de la partida. Las tribunas no habían podido recibir la gran cantidad de gente que concurrió a la carrera por orden del Presidente Perón se habilitaron lugares al borde de la pista para que la gente pudiese seguir la carrera, una consideración populista hacia la gente que creaba una situación de gran riesgo en cada vuelta. El Presidente de la República y muchos miles de espectadores ya estaban en el circuito a las ocho de la mañana para seguir la serie de espectáculos que se habían montado antes de la carrera 

Sobre el circuito de 3.908 metros y con una distancia total de 375,203 kilómetros la primera fila se disponía a dar inicio al Gran Premio de la República Argentina. En esa línea se encontraron González (Ferrari), Ascari (Lancia), Fangio (Mercedes-Benz) y Behra (Maserati). Detrás se ubicaban Farina (Ferrari), Kling (Mercedes-Benz), Schell (Maserati) y Moss (Mercedes-Benz). 

A la orden de lanzamiento Fangio impuso su decisiòn seguido por González y Ascari. Pero en la segunda vuelta, Ascari y el Lancia ya estaban adelante y en segundo lugar se Froilán González. En la primer vuelta se produce una terrible carambola quedando fuera de carrera Kling, Menditeguy y Birger. A las primeras 10 vueltas el calor comienza a hacer estragos y abandonan Villoresi y Castelotti. 

Ascari y González parecen alejarse de Fangio cumpliendo los vaticinios sobre los autos italianos. Mientras esto ocurre la mayor parte de los participantes comienzan a perder ritmo, se detienen y muchos piden cambio de piloto por no soportar más el terrible calor y los gases de escape de los motores trabajando al límite de la temperatura. 

Pero al cumplirse la primer hora de carrera, Ascari sufre un despiste al pisar una mancha de aceite dejada por el auto de Behra y siente finalizar su carrera contra un alambrado. Moss abandona insolado y es Froilán González quien queda en la punta con Fangio y su Mercedes a la cola. Pero Froilán para en el box porque no soporta mas el calor y Trintignan lo reemplaza dentro del cockpit de la Ferrari, El francés tampoco soporta muchas vueltas y es reemplazado por Farina. 

Juan Manuel Fangio se mantiene impertèrrito sobre el Mercedes-Benz hasta el final del Gran Premio obteniendo una resonante y esforzada victoria. Debemos decir que González retomó el auto que había cedido a Farina y recuperó terreno vertiginosamente hasta llegar segundo descontando nada menos que tres segundos por vuelta a Fangio. 

El balcarceño no acató la orden de Neubauer de parar a refrescarse y siguió hasta el final. Fue una gran carrera que le dió la victoria a Mercedes-Benz aunque todos los pronósticos lo habían descartado. 

Por gentileza de Jorge Augé Bacqué y Automóvil Sport.