La
tragedia de Gigi
Enzo Ferrari, entre todas
las virtudes que tenía, era un gran observador. Sabía que
poco podía hacer para superar en el mismo terreno el desempeño
que Alfa Romeo estaba obteniendo de sus motores de 1.5 litros y doble compresor,
por lo que decidió cambiar el rumbo de sus desarrollos. Il Commendatore
junto a sus colaboradores, había observado que los Talbot, con sus
motores de 4.5 litros atmosféricos, tenían una ventaja frente
a los motores sobrealimentados, y era que en el mismo trayecto, consumían
la mitad de combustible aunque sacrificando algo de potencia. Sabia que
entrando en ese terreno y mejorando el desarrollo de motores atmosféricos, sería
la base para vencer a las sedientas Alfetta.
El ingeniero Gioacchino
Colombo, diseñador original del Alfa 158, trabajó junto a
Aurelio Lampredi en el diseño de los Ferrari V12 sobrealimentados,
hasta que decidió alejarse de la fabrica por no coincidir con las “ideas”
atmosféricas de Ferrari. Lampredi se basó en sus investigaciones
de los motores atmosféricos de Formula 2 y Sport, para desarrollar
el motor 340 de F1
El diseño de Lampredi,
corre efectivamente por primera vez en el Gran Premio de Bélgica
de 1950, al comando de Alberto Ascari obteniendo un 5 lugar. Nada mal,
considerando que el motor era un V12 de 3.3 litros sin compresor.
La casa de Maranello continuó
el desarrollo, y se presenta en el Gran Premio de las naciones con dos
Ferrari atmosfericas, una con el motor de 3,3 litros, conducida por Gigi
Villoresi, y otra con un motor rectificado a 4,1 litros, manejada por Alberto
Ascari.
Alfa Romeo presentaría
una artillería de cuatro Alfettas conducidas por Fangio, Farina,
de Graffenried y Taruffi. Habría un total de una veintena de participantes,
con las mejores maquinas del momento.
Ya en las pruebas de clasificación,
las Ferrari de Ascari –segundo- y Villoresi –tercero- demuestran todo el
potencial alcanzado, desplazando a las Alfas de Farina, de Graffenried
y Taruffi. El único de los alfistas que queda por delante de las
Ferrari es Fangio, consiguiendo mantener el liderazgo de la casa Milanesa
con su pole a dos segundos de Ascari. Pero la peligrosidad era más
que evidente. En condiciones normales, no alcanzaría la velocidad
del Alfa para hacer una diferencia importante antes de las detenciones
de reabastecimiento.
La carrera, terminó
siendo para el olvido de todos, a excepción Balcarceño.
Fangio vencería a
dos vueltas del segundo, Emmanuel de Graffenried. Ascarí perseguiría
a Fangio durante toda la carrera, hasta que una rotura de válvula
lo obligaría a abandonar faltando solo seis vueltas para el final.
Villoresi, el más desafortunado de todos, pisaría una mancha
de aceite –seguramente del auto de Ascari- que le haría perder el
control de su máquina, y el bólido descontrolado se detendría
golpeando contra el público. Matando a tres espectadores e hiriendo
una veintena de personas.
El piloto de 41 años,
sufría una quebradura de fémur y clavícula que lo
mantendría alejado de la actividad por varios meses.
UTaC
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