Maserati presenta
batalla.
El 27 de mayo de 1956 el
calendario del mundial de marcas llega con su cuarta fecha a Nurburgring,
en sus tradicionales 1000 km.
Ferrari se encontraba en
franca lucha con la casa del tridente faltando solo dos fechas para concluir el campeonato.
La “Officine Alfieri Maserati”,
estaba realmente preocupada por el bajo rendimiento de su máquina
de cabecera, la Maserati 300S, y ya se encontraba preparando para el año
siguiente el modelo 450S.
Fangio vuelve a usar junto
a Castellotti una Ferrari 860 Monza. La cantidad total de máquinas
participantes llegaría a 56.
En la clasificación,
Fangio logra la pole, seguido por la Ferrari de Musso a algo mas de tres
segundos. Luego la otra Ferrari de Phill Hill mientras Moss y su Maserati
quedan en cuarto lugar. Detrás, el resto.
La dupla Paúl Frére
sufre un accidente que deja fuera de carrera a uno de los Jaugar D-Type
oficiales.
A las 9 de la mañana
del domingo 27 de Mayo se da la largada mientras el circuito estaba cubierto
por una densa neblina, situación que provoco promedios bajos de
velocidad en el inicio. Moss, conduciendo la Maserati número 5,
tomo la delantera. Cumpliendo la primera vuelta, pasa Moss en 10’35.8”
seguido por Fangio a 12 segundos, que a su vez se encontraba en una fraternal
lucha con Hawthorn por el segundo lugar.
En la tercera vuelta, se
comienza a sentir la presión de Fangio. El chueco hace el record
de vuelta reduciendo 3 segundos la diferencia con el puntero, mientras
el tercero Hawthorn aparece a 12” del argentino.
En la vuelta siguiente,
Luigi Musso sufre un brutal accidente aunque por suerte sin consecuencias
graves para el piloto. La Ferrari, luego de despistarse, dio varias vueltas
sobre si misma hasta detenerse volcada al costado del camino.
A partir de ese momento
y ya habiendo sido avisado desde el Box, Moss comienza a acelerar con toda
la intención de alejarse lo máximo posible del chueco, logrando
acumular hacia la vuelta 8 una diferencia de 20 segundos. Fangio reacciona
logrando el record de vuelta en el 9 giro consiguiendo un tiempo de 10’05.3”,
con el que comienza nuevamente a acercarse al británico.
En la vuelta 14, ya con
Moss a la vista, se detiene Fangio en el Box para reaprovisionarse y cederle
el lugar a Castellotti. El equipo Maserati, atenta a la situación,
hace lo mismo con su máquina puntera y en la vuelta 15, la Maserati
nº 5 pasa a ser conducida por Jean Behra.
En la vuelta 16, la Maserati
nº 5 vuelve a detenerse herida en el tren trasero. Por lo tanto, los
pilotos Moss-Berha pasan a conducir la Maserati nº6, hasta ese momento
conducida por el binomio Piero Taruffi – Harry Schell.
El abandono de la Maserati
nº5 le cede a la Ferrari nº1 conducida por Castellotti la primera
posición. Las diferencias se estabilizaron a tal punto, que en la
vuelta 22, la Ferrari nº1 conducida por Castellotti estaba primero,
a 3 minutos de la Ferrari nº 4 (conducida por Portago, Gendebien,
Hill) y estos a su vez les llevaban 42 segundos a una apurada Maserati
nº6 -en ese momento conducida por Jean Behra-, que venía limando
diferencias para acercase a los punteros.
Demostrándole a todos
por que se consideraba el piloto francés más rápido
del momento, Jean Behra, limó en 4 vueltas la diferencia para
pasar al segundo lugar, momento en que Castellotti se detiene para cederle
el volante a Fangio. Aquí tácticamente Ferrari comete un
error que le costará la carrera. Sabiendo que la Maserati debería
detenerse para cambiar piloto y reaprovisionarse, devolvieron a Fangio
a la pista sin agregar una sola gota de combustible a la máquina
(Quizás pensando que una máquina mas liviana podría
detener la fuerte escalada que estaba teniendo la Maserati nº6) y
se equivocan.
El Francés continuó
su tren de marcha hasta que se detiene en la vuelta 33 a tan solo 24 segundos
de Fangio. Fangio se detuvo en la vuelta siguiente a reaprovisionarse pero
la diferencia a favor no le alcanzó. La Ferrari, con motor mas grande
y sediento, necesito más tiempo para reabastecerse y cuando Fangio
volvió a la pista, se encontraba a 15 segundos de Moss, faltando
solo cuatro vueltas para terminar.
Fangio entregó todo
para intentar alcanzarlo en la primera vuelta, hasta que se dio cuenta
que era imposible. La Maserati, mas liviana y bien calzada, con un piloto
excepcional como era Moss, resultaría inalcanzable.
Maserati logra una importante
victoria, que la deja a tiro para intentar quitarle el campeonato a Ferrari
en la última carrera con puntos para el mundial de Marcas, El gran
premio de Suecia.
UTaC
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