Gran Premio de Cuba 1958, Crónicas de un secuestro (Por Jorge Ferreccio, UTaC Team.) <Biografia>
 
 
Menú Principal, Un tributo al chueco...
 
 
 Historias...

Raptamos a Fangio!
Por Andy Wildman, 
Revista Rétrovisseur (Francia), Febrero de 1998
Traducción Jorge Ferreccio
 
Arnol Rodríguez. jefe del comando que secuestró a Fangio
Foto: Revista Rètrovisseur
Colección Jorge Ferreccio
Sorpresa en el Gran Premio de Cuba 1958: Juan Manuel Fangio ha sido raptado antes de la carrera, por los revolucionarios castristas! Por primera vez, los sobrevivientes de esta aventura dieron sus versiones de la historia, plenos de ternura y admiración por éste gran campeón, que resultó su ídolo. 

Arnol comienza por evocar la última vez que vió a Fangio vivo: “ era en febrero, algunos meses anteriores su muerte. Había ido a visitarlo a Buenos Aires. Estaba muy  enfermo y  como él era una institución nacional, el  más grande piloto de carreras de todos los tiempos, nadie estaba autorizado a verlo”.
“Cuando entré, se sentó y verdaderamente parecía estar mal.   Se incorporó a medias, tenía abierta la boca y pronunció " Arnol ". Alcanzamos a oir otra palabra "Cuba", luego recayó sobre su silla, encogiéndose de hombros como si se excusase. No pudo decir nada más".

Arnol aleja la nube de humo de su puro de un revés de la mano, fija su mirada a lo lejos. La memoria de este último encuentro lo disturba todavía y , durante un largo momento, podemos oír solamente el ruido de esa lluvia que cae sobre las anchas hojas de las palmeras, alrededor de la terraza, al caer la tarde en La Habana. Luego sonríe cuando otro recuerdo surge en su memoria. Éste data de cuarenta años: " Usted sabe, Fangio nos contó después  lo que fue pasado por su cabeza cuando teníamos apuntando nuestro revolver sobre él,  la primera vez, en su hotel. Se dijo a sí mismo: " estoy negociando una curva peligrosa, y me gustaría saber cómo voy a dominar bien el coche ". El viejo revolucionario se ríe despacio.
En febrero de 1957, Juan Manuel Fangio, cinco veces campeón del mundo –y  de palabras del mismo Ayrton Senna, el piloto más grande de todos los tiempos- obtuvo el Gran Premio de Cuba. Volviendo a La Habana al año siguiente, tenía la intención de reeditar su hazaña. Pero jamás llegaría a la parrilla de salida. Por el  contrario será eje de uno de los incidentes más extraños de la historia del deporte automovilístico,  cuando, en vísperas de la carrera será llevado por los revolucionarios que combaten junto a  Fidel Castro para expulsar al dictador Batista. 
 

Unica foto tomada a Juan Manuel Fangio, durante su cautiverio.
Foto: revista Rètrovisseur
Colección Jorge Ferreccio
Hoy, los sobrevivientes de esta aventura pasan días apacibles en Cuba. Después de una larga búsqueda, los encontramos y aceptaron de contar su propia versión de éste acontecimiento extraordinario, que según ellos, les ayudó a terminar la revolución, e hizo transformar profundamente la mirada de Fangio sobre la carrera.
Uno de los trece participantes del rapto, el más importante sobreviviente, es Arnol Rodríguez, que combatió al lado de Fidel Castro y del Che Guevara, antes de ser ministro de  Asuntos Exteriores de Cuba en los años 60
En los años 50, Arnol era estudiante, implicado en un comité empeñado en derribar el régimen de Batista, y miembro de un grupo revolucionario llamado Movimiento 26 de julio. El grupo que decide raptar al piloto más grande del mundo.
" Cuando llegó a Cuba en 1958, tenía ya cinco campeonatos del mundo en su activo y era increíblemente popular”, cuenta Arnol. ”Entonces comprendimos que secuestrar a Fangio nos daría a nosotros una publicidad suficiente para revelar sl mundo la corrupción del régimen de Batista. Bajo Batista el parlamento había sido disuelto, las universidades cerradas y 20.000 personas habían muerto.”

“Los prisioneros políticos fueron torturados y asesinados. Fui arrestado tres veces. Me ataron sobre una silla, pusieron una servilleta mojada para asfixiarme, luego me daban puñetazos violentos en el estómago, para obligarme a respirar defectuosamente.”

”Fangio llegó a La Habana el 21 de febrero y comenzamos a seguirlo a partir de ésa fecha. La idea era llevarlo tan rápidamente como fuera posible, una de las opciones era la de echársele encima mientras el recorría el perímetro de la pista para estudiarlo. Pero el gobierno le había concedido los servicios de dos guardias del cuerpo, lo que arruinó nuestros planes”.
" Luego, supimos que cenaría en su hotel el sábado por la noche. Esta era nuestra última posibilidad, no podía ser suspendida”.

Al caer la tarde del sábado, 23 de febrero, entre las 19.30 y 20 horas, Fangio salió del ascensor, con destino al vestíbulo del hotel Lincoln, sin saber que dos coches cargados de raptores están preparados para arrancar. Angel Paya García, otro miembro de la banda, se acuerda muy bien de los minutos que siguen: Dos de los guardias, Manuel Uziel y Reynaldo “ papito" Rodríguez observan que Fangio charla con algunos amigos. Deciden actuar. Uziel se acerca al campeón del mundo,  apunta su pistola hacia él y le pide que lo siga".

Tapa diario L'Equipe donde se consigna la suspensión de la carrera por el accidente y una llamada telefónica donde se anuncia la inminente liberación de JMF.
Foto: Revista Rètrovisseur
Colección Jorge Ferreccio
"Fangio pensó primero que era una broma, usted pagará las consecuencias si alguno intenta lo qué que sea, el piloto dice: "vamos". Si se hubiera resistido, habríamos empleado la fuerza, porque no podíamos dejarlo escapar. Hubiéramos disparado? No pienso. No éramos unos asesinos. Dejando el hotel, Uziel ordena que todo el mundo quede en el interior por lo menos durante cinco minutos, porque hay cuatro anetralladoras apuntando sobre la gente. Durante todo este tiempo. Fangio estuvo muy tranquilo ".
  En la opinión de Angel y Arnol, este rapto tomó entonces un giro de comedia policial: “nosotros habíamos visto a Fangio subir en uno de los coches que lo esperaba y estábamos dispuestos a seguirlo con el nuestro, para protegerlo”, sigue Angel, "pero tardamos en  arrancarlo, y cuando lo logramos, allá salimos como una tromba y estropeamos un auto que se salía de la fila delante de nosotros. El coche en que iba Fangio se alejaba, pero un auto de la  policía que pasaba por ahí percibió el accidente y bloqueó el camino. Rápidamente entregué el revólver al conductor, descendí del coche y nos reunimos con Fangio más tarde ".

Durante este tiempo, el campeón del mundo fue transportado hacia un escondite. En fin normalmente...
" Algo inesperado se produjo entonces”, prosigue Arnol riéndose. ”El tipo que conducía el coche donde se encontraba Fangio hizo un rodeo y se detuvo en su casa. Le quería presentar al gran Fangio a su mujer y a su hijo recién nacido. Fangio habló con la mujer, firmó un autógrafo para el bebé, y luego lo llevamos a  una casa, donde desgraciadamente no pudimos quedarnos porque este escondite estaba siendo utilizado por un guerrillero herido. Entonces Fangio habló con ese tipo, que lo calmó con  estos términos: " no se preocupe Fangio, usted está en muy  buenas manos”
Algunos kilómetros más adelante, en el 42 de la calle Norte, en una mansión residencial de las afueras de La Habana, tres mujeres se atareaban. Las tres miembros del Movimiento 26 de julio, las habíamos prevenido que su casa sería utilizada como escondite para el gran Juan Manuel Fangio.

Nota de JMF para los secuestradores: "Dejo constancia que durante mi secuestro amable, el trato ha sido completamente familiar con atenciones cordiales y solamente han pedido disculpas por esta situación ajena a mi persona. Sinceramente. J.M.Fangio. La Habana 24/2/58".
Foto: Revista Rètrovisseur
Colección Jorge Ferreccio
"Todavía estábamos hablando de eso”, se acuerda Aymee Moran, una de las tres mujeres. “Evaluábamos los riesgos de tal operación, cuando entraron con él. Le preparamos una comida - bistec, ensaladas, papas fritas, seguido de melocotones y queso fresco - y luego lo dejamos tomar un descanso. Le dimos la habitación de mi madre, con su propia sala de baño. Angel y Uziel hicieron guardia en el exterior de la casa durante toda la noche ".
Fangio entre sus manos, los revolucionarios no perdieron la ocasión de convencerlo de la legitimidad de su causa. Durante los días que siguieron, los miembro del Movimiento vinieron a visitar al campeón para explicarle sus reivindicaciones. "En cada oportunidad, se mostró muy tranquilo y muy acicalado, precisa Arnol, concediendo toda su atención a nuestras explicaciones". Durante este tiempo el secuestro comienza a producir el efecto deseado Periódicos del planeta entero relatan el acontecimiento.
"En las calles de La Habana, ustedes no puede imaginar la agitación que reinaba para encontrar al gran piloto. Había  coches de policía en cada esquina, las casas eran revisadas, la gente detenida. Podíamos sentir la cólera de las autoridades ".
Todo está bien para los raptores, pero mientras  se acerque la hora de la carrera, el que debe encontrase en la pole posición está encerrado en una habitación a algunos kilómetros de ahí. " Por supuesto, podemos decir que fue molestado por privarlo de la carrera, pero  jamás mostró signos de mal humor ", declara Arnol. “Alrededor de las 14 horas, encendimos la tele para que pueda seguir la carrera. Pero poco tiempo después de la partida, hubo un accidente, un coche salió contra la  muchedumbre, matando a seis personas".

Casa donde pasó su seuestro Fangio
Foto: Revista Rètrovisseur
Colección Jorge Ferreccio
“En este momento, Fangio pidió apagar la tele " recuerda Aymee. " luego por la tarde, hubo un momento cuando estuvimos solos cara a cara, su gesto estaba muy tenso ".
Mientras termina el día,  Fangio y sus raptores comenzaron a entenderse cada vez mejor. Además de su simpatía creciente con la causa de los revolucionarios, el campeón del mundo evoca el destino, explicando que tenía en la carrera un 25 % de posibilidades. Comienza a pensar entonces, que su rapto posiblemente puede haberle caído bien. Durante el entrenamiento antes del Gran Premio de Cuba, se había quejado de la inestabilidad de su Maserati 450S, secuelas de la reparación de un accidente anterior. "Y cuando vió el accidente”, prosigue Arnol, “pienso que una parte de él mismo vislumbró que nuestro rapto lo había salvado. Algo le decía que era demasiado, y ya era hora de retirarse. (Fangio abandonará la competición algunos meses más tarde). Aquel día, él mismo dijo: " posiblemente, a largo plazo, yo  deberé agradecerles ".
Mientras que Fangio escucha música y se hace contar las hazañas del Che Guevara y Fidel Castro, los raptores discuten entre ellos cual es  la manera de liberarlo. Ello no es tan simple como lo habían imaginado: " Teníamos un informador en el gobierno ", cuenta Arnol. " Nos reveló que Batista había previsto desviar el rapto de Fangio en propaganda para su propio régimen. Tan pronto como hubiéramos liberado a Fangio, los cómplices de Batista debían asesinarlo y hacernos los responsables. Entramos pues en contacto con la embajada de Argentina, con el fin de realizar la operación tarde por la noche, y  quedó detenido por la embajada en un departamento".
 
Telefoto de 1958. En ella, el embajador argentino en La Habana, Raúl Guevara Lynch, informa junto a Fangio detalles sobre la liberación.
Foto: Revista Todo es Historia.
Alrededor de medianoche, Fangio se despide de las tres mujeres que le rodearon durante su detención. "Estabamos muy nerviosos y no me acuerdo de todo ", recuerda Aymee. " Para nosotros, en  Cuba, era un ídolo. Nos dijo hasta la vista muy amablemente y nos pidió una bandera del Movimiento, como recuerdo. Luego, desapareció por la puerta de la cocina”. 
" Lo condujimos hasta el edificio y subimos con él hasta el departamento ", prosigue Arnol. “Cuando entramos, nos encontramos frente a funcionarios de la embajada y la situación era muy tensa.  Fangio rompió el hielo. Sonrió y declaró: " querría presentarle a mis amigos raptores". "Le presentamos nuestras excusas oficiales, prometiéndole que sería invitado de honor en el momento de la victoria de la revolución. Luego nos fuimos ".
Sentado en la terraza, mientras cae el día, Arnol tiene sus nietas sobre las rodillas. Enciende otro puro. " Fangio y yo quedamos amigos y me invitó a la Fundación  Fangio. En 1981, volvió a Cuba para encontrar a Fidel Castro y sus raptores. Me acuerdo haber hablado con su hermano, que explicó que había visto sólo muy raramente a Juan Manuel llorar. Pero el reencuentro con sus raptores, fue  una de estas ocasiones ".

Tirando su puro, reflexiona un momento: " No sé si el rapto de Fangio marcó un tormento significativo en la revolución. Pero la amistad que anudamos es muy importante. No sé si él nos perdonó. El nos comprendió”.

 
 
 
(c) 1999-2010 UTaC Team. Ultima actualización de ésta hoja: 26/03/2010
Comentarios, colaboraciones, etc.:vicylole@jmfangio.org